La tensión vivida hace unos días en la comisión de Urbanismo, cuando Lupe del Río preguntó a la secretaria por la legalidad del convenio con Gesplan, una vez la interventora había emitido un informe con objeciones derivadas de la ausencia de partida para aportar los 5.000 euros que corresponden al Ayuntamiento, ha sido el detonante. El alcalde de Santa Brígida se dio prisa este lunes para anunciar una “remodelación” que en realidad no es otra cosa que una defenestración de la concejal porque el resto de los movimientos de otros ediles estaba ejecutado hace semanas. Porque Lupe venía cabreando al niño desde que pidió por escrito, a través del Registro, que se le cedieran unos despachos para servicios sociales que quedaban libres tras el traslado de unas dependencias de cultura. El alcalde se negó porque los quería para otros menesteres, y allí empezaron los problemas.