Mientras la cosa se aclara y la señora Roldós se toma unas tilas, seguimos intentando sin éxito que la Consejería de Sanidad ofrezca algunas respuestas imprescindibles para mejor entender este entuerto de la hemodiálisis. De ahí que el lunes nos dirigiéramos por escrito al Gabinete de Prensa de ese departamento pidiendo que por parte de la secretaria general técnica se contestara a unas preguntas muy sencillitas, a la par que clarificadoras. Por ejemplo, ¿por qué se llevaron a cabo modificaciones y supresiones en el borrador del pliego de condiciones que afectaban a la solvencia técnica y financiera de los licitadores? ¿Fue una decisión unilateral de la secretaría general técnica o recibió instrucciones por parte de los responsables políticos y/o asesores para suprimir el requisito a los licitadores de contar con una experiencia de al menos seis meses y de un patrimonio neto igual o superior al 8% del importe máximo anual del contrato? ¿Es esa una práctica habitual en otros contratos de la Administración Sanitaria? ¿A qué responde que el contrato inicial sea de cuatro años? Muy cordialmente nos han contestado que no hay nada que hacer, que nadie puede “responder sobre esas cuestiones porque están siendo objeto de verificación y es el consejero el que, cuando proceda, ofrecerá una respuesta”. Pues seguiremos esperando, a ver si no llegamos a mayo.