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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

JFLA, en las redes de la disidencia

Juan Fernando López Aguilar, junto a Anselmo Pestana y otros convidados a la encerrona del Puerto de la Cruz.

Había sido una campaña frenética pero sin sobresaltos la del primer candidato canario al Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar. Con una carencia de medios propia de la pertinaz austeridad, pero con el PSOE canario arropándolo en todas las islas, el ex ministro no dejó de cumplir ni uno de sus compromisos. Ha estado en Valladolid, Salamanca, Pamplona, Granada, Ceuta, Barcelona, Girona, Castellón, Onteniente, Santander... y en las siete islas del Archipiélago. Ha participado en tres debates a seis, en dos a cinco y en uno a tres, justo el último, en la Televisión Canaria, en cuya antesala se enteró de que la Junta Electoral Central dejaba fuera a Izquierda Unida y a UPyD. Las encuestas, para mayor satisfacción, arrojan una clara mejoría del PSOE con respecto a los cuatro puntos de desventaja con que partía al principio de la campaña, lo que hace abrigar a los socialistas la esperanza de ganar, aunque sea por la mínima, al PP. Todo iba miel sobre hojuelas hasta que llegó el último día, este viernes. Una rueda de prensa por la mañana en La Laguna, junto al secretario general regional, José Miguel Pérez, ya hizo que se encendiera alguna lucecita de alarma. Fue justo cuando, a preguntas de Radio San Borondón sobre el apoyo a la candidatura del PSOE anunciada el día anterior por los expulsados de La Palma, llevó a López Aguilar a una respuesta poco ortodoxa: “Todos los votos son bienvenidos”. Decir eso delante del secretario general que se ha desgastado notablemente con las expulsiones en La Palma y en Tacoronte, y que lo diga un miembro de la Ejecutiva Federal que había decretado tal medida disciplinaria, rechinó en los oídos de algunos de los presentes. Pero no quedó ahí el desbarre.

Una comida de Izquierda Socialista

Llamaban mucho la atención al término de la rueda de prensa celebrada en La Laguna las prisas que evidenciaba la otra candidata canaria en la lista a las europeas, Cristo Dorta, vicesecetaria del PSOE de Tenerife. Quería llevarse a López Aguilar rápidamente al Puerto de la Cruz, donde estaba programado un acto callejero de entrega de rosas y octavillas. Y se echaba el tiempo encima, no ya para ese reparto, sino para llegar a tiempo a un acto que había convocado en esa ciudad la corriente Izquierda Socialista, un acto fuera de la agenda electoral del partido, como fuera han estado sus miembros de esta campaña. Se trataba de un almuerzo con el hasta ahora eurodiputado Vicen Garcés, significado miembro de Izquierda Socialista que precisamente acababa de declarar a la prensa que “ha habido censura en el PSOE” para que esa corriente se quedara sin voz en el Parlamento Europeo. Alguien propuso a JFLA pasarse por el establecimiento donde se celebraba ese almuerzo, a doce euros el cubierto. Y el candidato aceptó porque, según sus propias palabras, “quería darle un abrazo al compañero”. ¿Qué se encontró allí López Aguilar? Pues a un amplio ramillete de militantes recientemente purgados de su partido, con Anselmo Pestana, presidente irradiado del Cabildo de La Palma, algunos de sus consejeros y el líder de la algarada del PSOE en el municipio de Tacoronte, Rodolfo León. López Aguilar los saludó a todos, y no sólo eso, accedió a posar junto a ellos en unos jardines para que la fotografía fuera de inmediato colgada en las redes sociales por los dirigentes más críticos con la dirección regional del partido. Las reacciones que hemos recogido de entre la media docena de dirigentes del PSOE a los que hemos sondeado, incluido JFLA, van desde “la traición premeditada” que algunos le achacan, a la naturalidad del encuentro que el protagonista arguye en su defensa: “¿Cómo no voy a saludar a Anselmo Pestana? Pero si saludo a Gabriel Mato o a Cristina Tavío”. Y el pragmático “yo pido el voto a todos los progresistas, sea cual sea su situación orgánica o inorgánica”.

La cúpula tinerfeña del PSOE, presente

Concediendo el beneficio de la duda a Juan Fernando López Aguilar y dando por bueno que fue víctima de una encerrona por parte de la dirección insular del PSOE, que fue la que le acercó hasta el escenario del crimen, lo que canta que tira para atrás es el nada disimulado interés de los allí congregados por abrazar y fotografiarse con un miembro de la Ejecutiva Federal que acordó la expulsión de los seis consejeros palmeros y los cinco concejales de Tacoronte. Es evidente que buscaban provocar una grieta dentro de la dirección regional, para lo que contaron con la impagable ayuda de la gente de Izquierda Socialista, la ortodoxia del PSOE partidaria de pactar con el PP, y con la dirección del PSOE de Tenerife, más conocidos como los hombres de Paco (Spínola). No en vano, en ese almuerzo se encontraban el presidente, el secretario general y el de Organización, Rafael Yanes, Manuel Fumero y Manuel González, entre otros, a los que se sumó la vicesecretaria general como conductora del candidato. También aparecen en las fotografías, hábilmente circuladas por las redes, la alcaldesa de Tazacorte, Carmen Acosta, en coalición con el PP, y la ex directora general de Trabajo y diputada Gloria Gutiérrez, miembro de la Ejecutiva Regional que bendijo la expulsión de los rebeldes. La encerrona convertiría al candidato en un bisoño porque una cosa es saludar y dejarse saludar, y otra cosa es el posado, que ha indignado profundamente a una buena parte de la dirigencia socialista canaria y a los leales a José Miguel Pérez en el PSOE tinerfeño, que le vuelven a recordar que debió fiarse de ellos en el congreso insular y no de los que le impusieron los que ahora acompañan al vicepresidente dentro del Gobierno.

Una traición al secretario general

En el extremo más crítico a López Aguilar se sitúan los que no se creen en absoluto que lo de Puerto de la Cruz haya sido una encerrona. Consideran que el candidato se ha alineado con los que quieren echar un pulso a la dirección regional y, en función de lo que ocurra el domingo, a la federal. Creen que JFLA sabía dónde se metía, por lo que lo acusan abiertamente de haber traicionado a quien se plantó ante Alfredo Pérez Rubalcaba para pedirle que no lo dejara fuera de las listas y que desoyera por tanto las voces que desde dentro y fuera de España le pedían lo contrario. El gesto ha servido a su vez para fortalecer las tesis de los que llevan mucho tiempo advirtiendo a Pérez de las malas artes de dirigentes como el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, miembro por cierto de la Federal, cuya hermana forma parte del equipo de la consejería de Paco Spínola y de la dirección insular del PSOE tinerfeño; como hace el secretario de Organización, Manuel González, sin que nadie los llame a capítulo por escaramuzas tan burdas como las de este viernes. José Miguel Pérez estaba dolido, como lo estaban tras el incidente de Puerto de la Cruz Manuel Marcos Pérez y otros dirigentes del PSOE palmero. Nadie cree que lo ocurrido pueda dañar las expectativas electorales, pero todos coinciden en que fue mejor que ocurriera el último día de campaña. De haber sido antes, la desmovilización de la militancia hubiera sido aún más dramática. El lunes será otro día, pero no igual que el anterior. Ya verán la que se arma en Madrid, porque en Ferraz también fumaban este viernes en pipa.

Lo que pudo ser pero no fue

Ocurrió el jueves en Granada, donde se celebraba un foro, Safetygranada 2014, dedicado a los factores humanos y organizativos de la seguridad industrial. El programa era prometedor para asuntos con incidencia en Canarias, porque había una comunicación con debate sobre el accidente aéreo JK5022 y otra sobre los procedimientos en el sector petroquímico. El primero se saldó sin muchas novedades porque el piloto que presentó el caso, Juan Carlos Lozano, no se inclinó expresamente por algunas de las dos tesis en presencia: el fallo humano (sostenido en la causa penal, ya archivada) o el fallo del fabricante, que sigue defendiendo, como una más de las causas concurrentes, la asociación de víctimas que preside Pilar Vera, presente en la sala. Pero la polémica se generó en la segunda sesión, cuando tocaba intervenir a dos expertas de la compañía Repsol que a última hora fueron sustituidas por el jefe del Servicio de Prevención Mancomunada, Javier Candeal. Al término de su ponencia, un piloto tinerfeño presente siempre en estos foros, Sergio Herrera, preguntó al ponente acerca del rechazo que las prospecciones han despertado en Canarias y sobre el alto riesgo que entrañan estos trabajos dados los antecedentes de lugares como el Golfo de México. A sus intervenciones, Herrera recibió como respuesta una larga cambiada que tenía que ver con la situación en que se encuentran las autorizaciones, es decir, supeditadas a que el Ministerio de Medio Ambiente (el famoso Magrama) emita la correspondiente declaración de impacto ambiental. Lo que podía haber quedado ahí, en un pronunciamiento de aliño similar al que repiten todos los directivos de la compañía cuando se les pregunta, se complicó de manera casi absurda tanto dentro como fuera de la sala.

Canarias sólo tiene camareros y limpiadoras

Fuera de la sala, con la ponencia del representante de Repsol ya acabada, uno de los organizadores del foro atendía telefónicamente a la periodista tinerfeña Marlene Meneses, del programa El Balcón (Teide Radio). En una de sus respuestas, Juan José Cañas, catedrático de Ergonomía de la Universidad de Granada, dijo a la periodista que no hubo debate petrolero porque sencillamente Repsol había anunciado allí mismo que se paralizaban las prospecciones, que renunciaba a ejecutarlas argumentando el riesgo ambiental. Era una noticia inesperada que obligó a algunos periodistas a telefonear de inmediato a los servicios de prensa de la compañía, donde negaron tajantemente que su representante hubiera pronunciado aquellas palabras. Hemos hablado con dos testigos presenciales, el mentado Sergio Herrera, y Pilar Vera, presidente de la Asociación de Víctimas del JK 5022, y han corroborado la versión de Repsol. Pero sí hubo debate, incluso algunos intercambios de improperios, pero dentro del salón. En el calor del debate, una empleada de Repsol que se encontraba sentada entre el público hizo un comentario por lo bajini acerca de la tan socorrida competencia marroquí y deslizando una referencia a la torpeza de los canarios por no apreciar el beneficio del petróleo. El comentario lo escuchó Pilar Vera, que se volvió hacia a ella rechazando el comentario. La polémica se convirtió entonces en alboroto al intervenir otro miembro del público y terciar nuevamente la empleada de Repsol para comentar que sólo habían sufrido rechazo en Canarias, donde a su juicio, “sólo hay camareros y limpiadoras”, y donde se rechaza el progreso y la riqueza que traería el petróleo. Muy mesetario, como es menester. Conclusión: Repsol se mantiene en sus dos posturas originales, los canarios son tontos porque Marruecos les va a quitar el maná y ellos siguen ahí con taparrabos y de sirvientes, y seguimos a la espera de que el Magrama nos dé la declaración positiva de impacto ambiental para empezar los sondeos. Y a otra cosa, mariposa.

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