Regeneración debe ser que la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, continúe aun ejerciendo un cargo público después de que se haya confirmado que utilizó dinero público para un viaje de placer consistente en acudir en 2008 (en plena crisis económica, ésa que su jefe atisbó con mucha más anticipación que los demás) a la Semana de la Moda de Nueva York. La misma delegada del Gobierno que este fin de semana cabreó considerablemente a los jefes policiales de Lanzarote y Fuerteventura por haber ordenado al jefe superior de Policía (un recadero de vendettas sorianas) que enviara para allá a un destacamento de la UIP para que los contrarios a las prospecciones petrolíferas quedaran perfectamente avisados de lo que les podía ocurrir si se manifestaban ante el ministro de Industria y Energía. Y regeneración debe ser que el congreso regional del PP haya aprobado en su última sesión la expulsión de todos los militantes que estuvieran procesados, es decir, pendientes de sentarse de modo inminente en un banquillo, y que todavía no haya aplicado tales resoluciones a Jorge Rodríguez, diputado regional; María del Carmen Castellano, alcaldesa de Telde, o a la directora insular de la Administración del Estado en La Gomera, Luz Reverón. Tiene toda la razón Australia Navarro cuando proclama a los cuatro vientos que los militantes y simpatizantes del PSOE están desesperados por que su partido aplique esa regeneración en Canarias. Pero desesperaditos, oye.