Nuestro admirado Pepe Alemán lo cuenta siempre de modo magistral. Muy al estilo del Plan Marshal norteamericano, se instauró en Gran Canaria en los tiempos del presidente insular Matías Vega Guerra el modelo Caterpillar, consistente en mandar desde el Cabildo a los ayuntamientos un tractor potente con el que abrir caminos vecinales, allanar un campo de fútbol o desmontar un solar para un teleclub. Soria, que además de la bandera quiere cosas que lleguen a toda la isla, repartió este jueves los regalos de la tómbola entre los municipios del Rumbo Norte. Así, además de la lancha de Calcines, Arucas se llevó un camión cuba, una barredora y dos coches-patrulla. Gáldar, un sistema anti-aves (pinchos para que no se posen las palomas, que lo cagan todo) para edificios públicos, así como un césped artificial para un campo de fútbol. Firgas, un par de camiones de asfalto para las calles. Guía, cuatro vehículos sin especificar. Valleseco, un millón de euros para un proyecto hidráulico. Artenara, un todoterreno para la policía y una subvención para un festival de timple, y La Aldea, un velatorio municipal. En definitiva, las tradicionales peticiones de cada municipio agrupadas, eso sí, bajo el paraguas del Rumbo Norte. ¿Acabarán estas medidas tan audaces con los problemas estructurales de esa comarca? Más bien parece que no va a ser así.