Se abrió este viernes el año judicial canario, un acto meramente protocolario que sirve para desempolvar las togas de gala y reclamar del poder político más medios (y remedios) con los que poder operar mejor en beneficio, por supuesto, de los administrados justiciables. No falló en absoluto a la tradición el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Vicente Garrido, que ha reclamado más medios para luchar contra la corrupción política, esa que personalidades como José Manuel Soria o José Miguel Barragán consideran que no es tal, sino producto de unas fiebres que han afectado a determinados periódicos conchabados con el PSOE y la Policía. Pues bien, tiene razón Garrido cuando pide más medios para la Fiscalía Anticorrupción, en la que al menos en el caso de Las Palmas, hay sólo un fiscal, el jefe, Luis del Río, que encima da clases en la Universidad y por no tener, no tiene ni secretaria.