Se suceden, en apariencia de modo incontrolado, los focos del incendio desatado en Lanzarote hace escasos cinco días cuando se consumó en un pleno del Cabildo la ruptura del grupo de Coalición Canaria. Se veía venir, dicen los expertos, que Sergio Machín y su compañera de Corporación Mónica Álvarez le preparaban una trastada al presidente, Pedro San Ginés, después de que éste retirada al primero de los dos rebeldes las competencias en residuos. En residuos urbanos, debemos aclarar antes de que nuestros gentiles lectores puedan empezar a interpretar cosas raras de esas que aparecen y desaparecen de los sumarios judiciales por corrupción. Pero sí, hay que hablar necesariamente de residuos porque la pérdida de confianza en la que el presidente San Ginés basó su decisión de retirar las competencias al consejero Machín parecen tener que ver directamente con el concurso en ciernes por importe de 76 millones de euros para renovar el servicio de gestión de residuos en Lanzarote. Un concurso, dinero, pérdida de confianza? al menos para un capítulo de novela negra podría dar la cosa. Y como no queremos echarle más imaginación de la necesaria, trasladémonos maléficamente al sumario judicial del caso Unión, y más concretamente a esos suculentos pasajes en los que la Guardia Civil relata con la precisión de un relojero suizo el contenido de la agenda de uno de los personajes clave de estas últimas calendas en la isla, Jacinto Álvarez, representante de Urbaser. Y Urbaser también se dedica a los residuos, vaya por Dios. Corría el año de 2004, concretamente el mes de septiembre, cuando el señor Álvarez anotaba en su agenda sus lamentos por el mal trato que recibe del Cabildo, que sólo le quiere “para que le resuelva problemas” y hace “una contrata para limpieza de márgenes de carreteras y no nos tienen en cuenta”. Es en ese punto cuando Álvarez, sin solución de continuidad, apunta a Sergio Machín, “el vividor, que me ha llamado cientos de veces para que le resuelva problemas y ahora deja tirado a uno como si fuera una colilla; este es un Judas que ha vendido hasta a Dimas”.