No hacía falta recurrir al mercado del software y pagar millonarias cantidades si, con el talento que abunda por estos lares, podía programarse un sistema que enlazara convenientemente la plataforma Lexnet (Ministerio de Justicia) con el Atlante II (Consejería de Presidencia y Justicia) para dar lugar a un servicio de notificación telemática digno de un premio nacional. Se lo ha concedido a Canarias, y más concretamente a la Dirección General de Telecomunicaciones e Informática, el Ministerio de Justicia, sí, ese, el de Ruiz Gallardón, y sin que nadie se le constituyera delante con el torso desnudo. Dicen las reseñas del premio que el jurado ha reconocido en este proyecto canario “su acertada estrategia de incorporación de nuevos colectivos de usuarios y la excelente mejora que ha supuesto del servicio, en relación a los tiempos de tramitación y reducción de costes”. Este premio demuestra varias cosas: primero, que aquí hay talento, solo hay que estimularlo; y segundo, que dado ese talento hubiera sido más que recomendable que en los tiempos de uno que nosotros nos sabemos nos hubiéramos ahorrado millones de euros en programas ajenos que someten a la Comunidad Autónoma a la tiranía del proveedor. Quién iba a decirnos que años después ese mismo ser ocuparía el ministerio que precisamente ahora quiere inculcar al mundo el software libre (aquí encaja perfectamente aquello de “estás bonito tú”). Si les pica la curiosidad, hemos de decirles que el otro premio, concretamente a la eficiencia, se lo otorgó el ministerio al Banco Santander, por el muy edificante proyecto de “sistema telemático de embargos judiciales”.