Resulta curioso observar que Soria haya propuesto que Jerónimo Saavedra acuda a un juzgado a ratificar el testimonio de un testigo que lo sitúa en una fiesta en casa del aristócrata Fernando del Castillo escuchándole presionar al empresario Bravo de Laguna para que desistiera de interponer recurso contra el fallo del concurso de Isolux. Y decimos que es curioso porque Saavedra aparece propuesto en la denuncia del caso del Salmón como testigo cualificado, en este caso de la parte denunciante, es decir, contra Soria. Efectivamente, Saavedra se tropezó con los matrimonios Soria y Lyng en Salzburgo en agosto de 2005, y al ser prevenido el ahora vicepresidente de la presencia en el festival de música de la ciudad austriaca del presidente del consejo de administración de CANARIAS AHORA, aquel rogó al alcalde que no dijera nada, que existía el peligro de aparecer en esta sección. Saavedra no dijo nada, lo cual no fue obstáculo, óbice o valladar para que el periódico se enterara de éso y más, lo que ha conducido a la actual causa abierta en el TSJC.