Entre los asistentes al acto de presentación del libro de Tristán se encontraba el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, que acababa de regresar de un viaje a Salzburgo, a donde acudió a su cita ineludible con el Festival de Pascua. Allí coincidió con muchos aficionados, entre los que destacó, fuera de todo protocolo, la Reina doña Sofía, que estuvo acompañada por varios de sus primos griegos. Saavedra y la Reina se encontraron en dos de los conciertos, y no lo hicieron en un palco, ni en una sala de autoridades, sino en el hall del teatro y en el guardarropía. La colonia española testigo de ambos encuentros se sorprendió de la familiaridad con la que doña Sofía se acercó al alcalde a saludarle y a departir unos minutos con él, probablemente para hablar de la pasión por la música que les une. La Reina, al igual que Saavedra y la presidenta de la región de Salzburgo ocuparon puesto de butaca de pago, cosa que también llamó la atención de los presentes. El alcalde, empeñado ahora en la capitalidad cultural europea de 2016, empleó también el tiempo entre conciertos y ópera para verse con personajes muy destacados, como el director de El País, con quien compartió cena.