El prestigioso historiador Santos Juliá se ha pronunciado sobre esta cuestión en una interesante entrevista con el diario ABC donde explica la leyenda negra que ha perseguido al dirigente socialista canario en los mismos términos que José Miguel Pérez: “La historia siempre trata mal a los perdedores. Y Negrín lo fue por partida doble: perdió la guerra frente a sus enemigos, que lo acusaron de criptocomunista cuando la guerra se presentó como una cruzada contra el comunismo. Y la perdió por segunda vez ante sus compañeros de partido, que divididos en facciones desde 1934, se unieron en su unánime repudio del perdedor, acusándole de lo mismo que sus enemigos: haber entregado la República a los comunistas. Curiosamente, en el PSOE de 1936, quien defendió con más fuerza la unión con el PCE fue Largo Caballero; y quien pactó en mayo de 1937 con los comunistas la caída de Largo, fue Prieto. Una manera de sacudirse sus propias responsabilidades en la catástrofe era volcar toda la culpa sobre el último en apagar la luz. Y el último fue Negrín”.