Lo que no ha contado de momento Carmen Guerra es lo que está pasando con la limpieza y los jardines en la ciudad alta, ni ha explicado por qué vuelven a descuidarse en esa zona para mantener limpios y esplendorosos las calles y los parques de la zona baja, la más noble y señera de Las Palmas de Gran Canaria. Nos sabemos la respuesta, y perdonen la petulancia, aunque jamás la den a conocer los actuales gobernantes de la ciudad. Al PP le resulta rentable dar una imagen de pulcritud en la zona baja, aún en perjuicio del resto de la ciudad. Le funcionó bien a Soria cuando en 1995 se dedicó incluso a teñir el césped amarillento de un verde resplandeciente, y hasta que llegue el 20N volveremos a ver cuadrillas de trabajadores adecentando los jardines y los parques más visibles por los ciudadanos, aún a costa de que sufran el abandono los del resto de los barrios. De momento, Guerra ha cambiado el modelo de asignación de operarios de limpieza, sustituyendo el de metros lineales por trabajador por las más llamativas y efectistas cuadrillas de a tres.