Este jueves estuvo en el edificio de los juzgados de Granadera Canaria el vicepresidente del Gobierno, José Manuel Soria, que declaró como querellante contra el director de CANARIAS AHORA y el empresario Rafael González Bravo de Laguna, a quienes acusa de proponer testigo falso y de falso testimonio, respectivamente. La denuncia tiene su origen en la sentencia absolutoria que recibió el periodista Carlos Sosa por la denuncia por injurias y calumnias interpuesta por el vicepresidente en relación con el llamado caso Isolux. Soria se ratificó ante el juez titular del Juzgado de Instrucción número 3, Tomás Martín, y desplegó todos sus encantos y sus tirabuzones de siempre para tratar de salvarse de una sentencia que no le es nada propicia y que tiene recurrida ante la Audiencia Provincial de Las Palmas.