No vean el cabreo que tiene Carmelo Ramírez, portavoz de Nueva Canarias en el Cabildo de Gran Canaria, por la negativa del presidente de la Corporación, José Manuel Soria, a debatir en el pleno una moción de rechazo a las declaraciones del teniente general Mena. Mena es, recuerden, aquel que se constituyó en adalid de las esencias de la España preconstitucional, la de unidad de destino en lo universal. Soria escribió un artículo en la prensa local apoyando la postura del militar y atacando al Gobierno de Zapatero por las cosas del Estatut, pero no quiere que el Cabildo, su Cabildo, se convierta en foro de algo que no tiene que ver directamente con Gran Canaria. Ya saben que todo lo que sea dar medio metro de ventaja política al enemigo no entra en los planes de los defensores de la democracia y las libertades.