Una patronal que se precie debería, por poner sólo un ejemplo, intervenir de inmediato en la resolución de aspectos que afectan negativamente a las empresas y, a continuación a los consumidores finales. Lo último que nos ha llegado es la desmesurada subida que han experimentado los explosivos destinados a la construcción, es decir, la tristemente famosa dinamita que con tanta frivolidad han manejado algunos por esos territorios de Dios. Pues bien, Canarias Explosivos, que tiene la concesión en exclusiva para las Islas, ha anunciado una nueva subida de precios, la segunda del año, que elevará el incremento a un 15%. Como se podrán imaginar, ese incremento repercutirá inmediatamente en todos los costes de la construcción, desde las carreteras hasta las viviendas.