Reunióse este martes como estaba previsto el consejo de administración del ente público Radiotelevisión Canaria, y como en cada ocasión, volvieron las tensiones y las abiertas y viscerales discrepancias. Siguen sin dejarse caer por él los representantes del PSOE, ni siquiera para echar una mano a sus compañeros de pacto de Coalición Canaria, que no obstante y gracias a esa ausencia, conservan una mayoría justita. Desde que sus dos consejeros (uno de ellos, Domingo González Chaparro, ya fallecido) decidieron no ser cómplices de las componendas que allí podían dilucidarse, los socialistas no han decidido incorporarse porque prefieren esperar a que se apruebe la ley de radiotelevisión que, a su entender, acabará con este convulso periodo y dará lugar a una etapa de mayor transparencia, brillo y esplendor del ente. Con o sin Willy, que ése es otro cantar. El caso es que, como les decíamos, se reunió el consejo y, entre otros acuerdos seguramente de mayor enjundia, decidió contratar un seguro de responsabilidad civil para sus administradores y directivos, incluyendo en ese lote no sólo al director general, el mentado Willy García, y su equipo de dirección, sino también para los consejeros del ente público que decidieron la medida. Votaron a favor de la póliza, que costará 6.000 euros al año más IGIC, los tres vocales de CC (Bermúdez, Honorio García y Marcos Brito) y el director general, y en contra los dos del PP (Larry Álvarez y Joaquín Ucelay) y el de Nueva Canarias, Miguel Guerra García de Celis. La cosa tuvo sus tensiones, como adelantábamos, porque el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, que llevaba la voz cantante de los vocales nacionalistas, la emprendió con el vocal por el PP Larry Álvarez, a cuenta de unas declaraciones suyas a la Ser previas al consejo, declaraciones en las que reveló los asuntos a tratar, cosa que no gustó al ala nacionalista del invento. Pero la tensión se disparó cuando Bermúdez inquirió por tres veces al otrora mano derecha de Soria si estaba dispuesto a renunciar a la cobertura del seguro contra el que había votado para dar coherencia precisamente a su postura. En ninguna de las tres ocasiones obtuvo Bermúdez una respuesta. Por lo tanto, quedan cubiertos de responsabilidad civil los siete vocales.