Y ya que hablamos del Islote del Francés y de las pretensiones papanatistas del señor Cortezo, tan amante de los iconos horteras como de las alfombrillas persas en el suelo del Jaguar, detengámonos un momento en ese concejal de Urbanismo de Arrecife que tan contento está de conocer al empresario grancanario. Nos referimos a Pedro de Armas, histórica y cariñosamente conocido en Lanzarote como El Cangrejo. Además de sus acreditadas dotes para las relaciones empresariales, De Armas es un filón electoral a decir de los que de esto entienden un rato. Así, parece razonable que su actual alcalde, Cándido Reguera, también con propensión al afrancesamiento, le haya tirado descaradamente los tejos para que le acompañe en 2011 en las listas del PP. Eso sostienen los que propagan los rumores, que se enganchan con mayor profusión al referirse al mismo concejal y al PIL, momento en que se encienden algunas alarmas de sospecha. ¿Puede Dimas Martín perdonar a El Cangrejo haber sido el que propició su primera condena penal? ¿Alguien ha ido a Tenerife II a sugerirle una propuesta tan audaz a la par que humillante?