Hemos dado vueltas al convenio de Parejo con Pepa por delante y por detrás y hemos llegado a una única conclusión: de lo único que se trata es de recalificar la parcela de Tafira Alta, de modo que los casi 11.000 metros cuadrados educativos pasen a residencial y se puedan hacer 26 chalecitos monísimos en una zona de lujo y de altísimo valor urbanístico. Da igual quién se quede finalmente con la titularidad de esa parcela, si el Ayuntamiento o la Consejería de Turismo, lo importante es que el empresario elegido (si es que ya está elegido, que no lo dudamos) pueda hacer la correspondiente promoción inmobiliaria. Porque el convenio dice a las claras que la recalificación se ha de producir antes de un año, tanto si los locales del Woerman van a parar a manos de Hecansa-Promotur como si es otro quien se queda con esos locales. Curioso sí que es, al menos desde el punto de vista del interés público.