La realidad es que el trío femenino está para la imagen, y no para organizar las nuevas empresas, para eso Parejo cuenta con Carlos Romero, al que asisten en las bandas los directores administrativos de Saturno y Hecansa, otro trío, esta vez masculino. La función encomendada es muy sencilla: controlar y adjudicar las promociones al gusto de quien ha nombrado a estos equipos, lo que equivale a una nueva concentración del poder en Tenerife, dada la procedencia y el proceder del sexteto. Lo más curioso del caso es que, así como en Hecansa Pilar Parejo es consejera delegada, en Saturno no es más que consejera, ni más ni menos. Sigue al frente, como consejero delegado y director gerente, el conejero Francisco Ortega, absolutamente ninguneado. Elena y Adriana despachan directamente con Pilar Parejo y dan instrucciones al personal sin conocimiento del gerente, que es el que firma sus nóminas.