El Zorro Plateado tiene terminantemente prohibido por prescripción de la superioridad radicada en Miami presentarse a las elecciones a la Cámara de Comercio. Pero le han permitido conspirar todo lo que pueda en el bien entendido de que si no conspira se muere. Su equipo médico habitual para estos comicios, a celebrar en abril, es de primera línea, de un gran predicamento empresarial y de un gran prestigio social. Aunque tienen apalabrada la presidencia a un empresario sureño, Juan Acosta, en realidad quieren catapultar a la gloria a Luis Hernández, el que fuera presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas en tiempos nada gloriosos. Pero ni el Puerto apoya a este equipo, ni Femepa, ni Cecapyme, ni la construcción, el turismo o Asinca. Su caldo de cultivo es esa red de pymes y de asociaciones creadas en su día para medrar y cobrar subvenciones, al frente de las cuales colocó el Zorro a personajes como Juan Socorro o Graciliano Afonso. Completan el dream team Jaime Cortezo y Paco Rodríguez Batllori. Ni Romanones pudo quejarse de una tropa así.