Enrique Giménez-Reyna pertenece a esa escogida estirpe de patas negras de difícil adquisición en el mercado del jamón de alta calidad. Inspector de Hacienda, como muchos afamados y heroicos gestores de la cosa pública, estuvo en varias ocasiones en Canarias cuando el escándalo de Gescartera ya estaba cociéndose a fuego lento en algún despacho de la Fiscalía. En una de esas visitas, allá por octubre de 2000, elogió el nuevo equipo que se hacía cargo de su amada Zona Especial Canaria, al frente de la cual él mismo colocó a otra inspectora de Hacienda, Matilde Asián, que por aquel entonces abandonaba su cargo como jefa de la Inspección Regional de la Agencia Tributaria para encabezar ese “lujo” de equipo, como lo calificó el secretario de Estado. Otros célebres inspectores de Hacienda con operaciones políticas detectadas en Canarias son el impagable Curro Fernández Roca y el presidente in péctore de la Autoridad Portuaria, Javier Sánchez-Simón. Todos del PP. Un lujo. Ah, doña Asián es la viceconsejera de Economía de la consejería de Soria.