Fito ganó al España-Irlanda en Telde

El hijo pródigo ha regresado y mucho no parece que se lo haya pensado, después del gran éxito de su último concierto el pasado mes de marzo en Gran Canaria. Volvió con su gira Por la boca vive el pez, en la que tocó tanto temas del disco homónimo y grandes éxitos de otros anteriores para deleite de sus fans y gente interesada en su peculiar estilo de hacer rock and roll, que tanto aire fresco ha traído al panorama musical español.

La música del grupo Fito y los Fitipaldis es una agradable combinación de guitarras eléctricas con esas pinceladas de color que sólo un saxo puede dar y todo ello para proporcionar relieve y expresividad a unas letras cercanas al gran público. Sin duda, una música sencilla pero para nada simple, lo que la hace altamente digestible. Cosa que siempre es de agradecer. Quizás esa sea la principal razón de su éxito, además de que Adolfo Cabrales, Fito para los amigos, no acaba de llegar a la música y ya no necesita media vida para encontrar la melodía que cantarle al beso que ella nunca le dio.

El concierto de este miércoles tenía todas las papeletas para que el aforo máximo del estadio del Hornillo, en Telde, no fuera alcanzado. Coincidía con el partido España-Irlanda del Norte y, sin embargo, la afluencia fue bastante alta. Allí estuvo la gente que no pudo asistir al concierto de marzo y los que repetían.

Fito no defraudó y sus canciones, ya clásicas en el repertorio pop/rock español, fueron interpretadas de forma impecable. Y esta vez por fin superó su punto flaco en el directo, la implicación con el público, pues los asistentes al concierto siempre esperan que les den la posibilidad de ser partícipes también y así formar un momento único.

Todos los temas más famosos de Fito y Fitipaldis sonaron este miércoles, pero seguro que el momento más emotivo llegó con Soldadito marinero, cuyo estribillo “después de un invierno malo, una mala primavera, dime por qué estás buscando, una lágrima en la arena”, fue repetido hasta la saciedad por el público, más allá del final del concierto. Este tema hizo volver a salir a la banda y a Fito con un “subidón”, como él mismo dijo, visiblemente impresionado.

La noche fue muy especial, pues ni la lluvia se quiso perder el concierto, pero se portó bien y sólo apareció unos minutos. La naturaleza también se alió con los efectos visuales, en el Este con un espectáculo de rayos y relámpagos, en el Oeste con una Luna casi llena y en el Sur con las estrellas del gigante Orión saludando.

No se puede terminar sin decir algo de la telonera de lujo que tuvo Fito: la guapa cantante canaria Susana Lang-Lenton. Esta artista, con una música que se podría calificar como una mezcla de estilos latinos, con algo de blues, un poco de soul, y todo ello con un leve y suave aire jazz, consiguió calentar la noche para que al salir a escena Fito, todo el mundo estuviera animado y dispuesto a pasárselo bien.

Ahora, Fito se dispone a dar un concierto en Tenerife y, a continuación, cruzar el charco hacia las Américas. Esperemos que tenga mucha suerte y mucho ron como el que se vio este miércoles por el escenario y que en un momento del espectáculo intercambió con unas fans por una bonita pancarta. Sin duda, ésta le recordará la intensidad del público grancanario.

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