Santiago Pérez y Horacio Díaz graban el disco 'Canciones de amor y del Paraná'

Santiago Pérez es un conocido político, en la actualidad senador por Canarias y concejal de Urbanismo y Ordenación del Territorio en el Ayuntamiento de La Laguna. Ha sido profesor de Derecho Constitucional y ha publicado varios libros. Menos conocida es su vinculación a la música popular, desde su juventud hasta hoy. Ha sido integrante de Los Sabandeños y en los últimos años, como miembro del grupo Brezal, ha realizado una grabación discográfica en homenaje al músico argentino Óscar “Cacho” Valdés.

Santiago Pérez siempre se ha identificado con la música popular canaria y latinoamericana, como parte de una generación que, de la mano de Los Sabandeños y los numerosos artistas hispanos que encontraron su exilio en este lado del Atlántico, se acercó a las músicas del continente hermano e hizo propios sus ritmos y su folklore.

Por su parte, Horacio Díaz Bianchi es un destacado guitarrista argentino, afincado en Tenerife desde hace 37 años, ha intervenido en más de 70 grabaciones con grupos y solistas canarios y argentinos. Ha colaborado en conciertos y grabaciones con innumerables grupos y artistas, entre los que cabe destacar: Los Quilla Huasi, Nicolás Caballero, Añoranza, Los Sabandeños, Encantadoras, Fabiola Socas, Garoé, Ynarhú, Isabel González, Tigaray, Pedro Izquierdo… y en Argentina María Graña, Juanjo Domínguez, Alfredo Ábalos, Enrique Espinoza, Jorge Oyarzábal y un largo etcétera. Con una dilatada experiencia en estudios de grabación, programas de radio y televisión, conciertos, masterclass y como arreglista, está considerado un virtuoso intérprete de la guitarra, con una depurada técnica apegado a la raíz tradicional pero con un “sello musical inconfundible”.

Expresan que este disco es un homenaje a las canciones que han permanecido en la memoria de ambos, el conocido como folklore del litoral argentino, del río Paraná, donde destaca el género del chamamé. El repertorio seleccionado incluye las canciones: Quiero tu voz (Horacio Guarany), Cenizas (Jorge Milikota), Trasnochados espineles (Félix Alberto Aguirre Obredor), Mujer. Niña y amiga (Robustiano Figueroa Reyes), El otro País (Teresa Parodi), Guitarra, vino y rosas (Horacio Guarany), Amar amando (Horacio Guarany) y Misionera (Luis Carlos Borges/Mauro Ferreira).

Sobre el disco, Santiago Pérez, explica: “Y, de repente, nos encontramos con el primer disco de música latinoamericana de Los Sabandeños. Fue un flechazo. Aquella música llenó un hueco que ni la de Los Beatles, ni el soul, ni la música ”moderna“ habían llenado. Fue como un complemento a lo grande de la música popular canaria. Y del ”duende guanche e hispano“, que es como el ”duende quechua“ de nuestra música materna, ésa que tanto amamos. Luego fueron Los Fronterizos, Los Chalchaleros, Los Quilla, Mercedes Sosa, José Laralde, Eduardo Falú, los discos anuales de la ”Finalísima“ de Cosquín…

Oí Esperanza Cañera, mi primer chamamé, hace más de 50 años. El género del litoral me enamoró. Me parecía milagroso cómo un ritmo y unas armonías podían reencarnar la cadencia del agua y todo el ambiente del mundo del Río Paraná, el “padre de las frutas y las maderas”. Y desde entonces hasta hoy.

Pues aquí tienen unos chamamés o, si prefieren, unas canciones del litoral. Y unas canciones de amor. Entre ellas Amar Amando, Guitarra, vino y rosas y Quiero tu voz, de Horacio Guarany. Algunos de sus versos son desatados. Pero el ensamblaje de la fuerza poética y musical de cada composición es único“.

Participantes en el disco

El disco cuenta con la introducción del escritor y folklorista Julio Fajardo: Santiago Pérez hace un homenaje a esta tierra entrerriana, la que contiene a la Mesopotamia del sur, donde los bandoneones se han escapado del tango para acompañar a los chamamés. Aquí está Horacio Guaraní, con la voz cansada de reclamar, haciendo un canto a la dulzura de los que se aman, convirtiendo ese acto sublime en un gerundio dinámico, como hace Antonio Machado con el camino. Siempre se recurre a la metáfora que emparenta al hombre con la naturaleza poderosa que le rodea. Igual que Neruda, que impregna a los letristas de alusiones a la feracidad del ambiente, eso que tanto sorprende a los que no habitamos en el continente americano. Los trasnochados espineles, de Cholo Aguirre, son los palangres que los pescadores ponen sobre las aguas para rescatar a su esperanza de la corriente, la misma que lleva al maderero sobre la jangada para construir las ciudades río abajo. Acompaña la guitarra de Horacio Héctor Díaz, de digitación casi imposible, tejiendo una red que envuelve a la canción.

La grabación se ha llevado a cabo en los estudios MDC, a cargo de Marco del Castillo. Por su parte, los arreglos musicales de todos los temas son de Horacio Díaz Bianchi. Asimismo se contó con la colaboración de los músicos Toto Arimany (Bombo), Marco del Castillo (Bajo) y Gustavo Galeano (Acordeón). Las fotos fueron realizadas por José Luis Rufino Delgado y el diseño gráfico corrió a cargo de Diego Jesús Darias. La producción corrió a cargo de César Rodríguez Placeres y Anabel Leal (CCPC).