Sami Naïr: ''El proyecto europeo puede hundirse''

Sami Naïr, catedrático en Ciencias Políticas y director del Centro Mediterráneo Andalusí de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, ha señalado que Europa, desde el estallido de la crisis, se encuentra en una situación “muy difícil” y por tal motivo el proyecto europeo “puede hundirse si no se toman las decisiones adecuadas desde un punto de vista común y solidario”.

Así lo ha aseverado en el acto inaugural de la XIX edición de la Universidad de Verano de Adeje (UVA), en Tenerife, donde ha impartido la conferencia La situación actual de Europa, que ha versado sobre el panorama en el que se encuentran los mercados financieros, los gobiernos y las posibles soluciones.

Sami Naïr ha incidido en que Europa está viviendo un momento histórico en el cual su proyecto “está en crisis profunda y, probablemente, va a salir totalmente modificado”. Desde su óptica, es necesaria la unidad de los países que conforman la UE en todos los aspectos políticos, económicos y sociales. “La única salida posible es a través de la solidaridad o acercamiento entre todos; si este principio no está renovado o fortalecido, las naciones europeas estarán avocadas al fracaso”, advirtió.

Para este experto, “el Banco Central Europeo fue incapaz de medir la amplitud del estallido de la crisis, aunque muchos observadores lo predecían desde 2004”. “El Banco Central necesitó cuatro meses para reaccionar y lograr que el euro no se hundiera y el resultado ha sido una reacción dividida, errónea en todas las directrices”.

Esta crisis, según Naïr, exige una reflexión. “Tenemos que pensar si queremos seguir como hasta ahora o cambiar y reajustarnos. Se hace más que necesario buscar una salida como grupo, como un sistema confederado”, para lo que propuso la creación de un sistema de alianza económica y política de forma conjunta para poder competir dentro y fuera del espacio europeo.

“Tenemos que repensar el proyecto europeo y probablemente replantear el concepto de Europa; tenemos que poner en común nuestros intereses económicos y a través de una estrategia pragmática, llegar al proyecto que no es otro que liderar un sistema político común que pueda dar a Europa una nueva perspectiva”, agregó.

Los más europeístas

Sami Naïr expresó que en España hay un rasgo cultural positivo que ha hecho que las elites españolas y el pueblo se unan en uno solo, y es que los españoles se consideran “totalmente europeos” y “no hay un país mas europeísta que España”. “Aquí se piensa que la unificación de Europa es la solución de todo”, resaltó.

A su juicio, “la convergencia es la solución para poder desarrollar una mejora de la economía; la moneda debe permitir la convergencia de todos los sistemas económicos hacia el mismo nivel; debemos estar a favor de la construcción de una zona monetaria óptima para que todos los países puedan tener interés en mantener una condición técnica favorable y para que esto funcione es necesario adoptar paridades fijas y no flotantes. La disciplina monetaria es absoluta”.

El nivel de desigualdades de los fundamentales económicos, en opinión del catedrático, hace que no se pueda organizar esta zona óptima. “No podemos exigir lo mismo a cada país pero nadie puede vivir con deuda, por lo tanto, es preciso que pongamos en marcha un tratado constitucional que permita que países como Grecia, Portugal, probablemente Italia y España, puedan optar a conseguir dinero y después lo puedan regresar”.

Crisis del euro

El ponente explicó que la crisis del Euro no viene dada por la propia moneda, sino por los intereses de los países más fuertes como es el caso de Alemania y Francia, que son los que actualmente están tomando todas las decisiones en lo relacionado a los rescates económicos porque se benefician de ello.

Sami Naïr recordó que a finales de los 90, cuando Europa decidió crear la moneda única, había dos posibilidades: una defendida por Alemania y los Países Bajos en la cual se apoyaba la idea de que la moneda no podía ser única para todos porque no se estaba completamente seguro de que todos los países tuvieran el mismo trato en la disciplina financiera y fiscal; y otra posibilidad apoyada por los griegos y españoles, en la cual España y Grecia matizaron que no aceptarían “una Europa de más ricos y de menos ricos” e implementaron la construcción de una moneda única y no de una moneda común.

Incidió, además, en que el Euro “no es una moneda europea, es la moneda de los 17 países que han decidido tenerla, pero Europa está compuesta por 30 países”. También aclaró que el presupuesto europeo es el 0,8% del Producto Interior Bruto de la Unión, lo que es igual a decir “prácticamente nada”.

“Tenemos que cambiar las reglas del juego a nivel mundial, poner en marcha una política en la que lo público actué como regulador del mercado y así restablecer la competencia económica y refinanciar la economía. Es una cuestión de justicia no de izquierda o derecha. No podemos pedir a los que no tienen nada que paguen por los que provocaron la crisis”, recalcó.

Desde su punto de vista, “el fin del Euro no es imposible, sería una catástrofe histórica, pero no es imposible”. “No encontraremos una solución rápida, probablemente debamos realizar una reorientación de la política económica de Europa, crear un gobierno económico europeo donde participen los ministros de Hacienda de los 17 países que están vinculados y que actúen en función de toda Europa, no de sus intereses”, planteó.

“Tenemos que introducir el proyecto del crecimiento y el empleo; poner proyectos comunes que permitan nuevas infraestructuras, desarrollo, solucionar y gestionar los problemas de los países del sur, con una autoridad política europea; debemos hacer una política del euro mas flexible, que cotice a la baja y poder invadir el mercado europeo porque tenemos productos de calidad”, añadió.

“No podemos construir una Europa para los jóvenes si no arriesgamos. El sueño que los europeos tuvieron después de la Segunda Guerra Mundial no se está cumpliendo. No estamos haciendo nuestra tarea. Solos no podemos hacer nada. Es necesario que nos unamos de verdad y salgamos hacia delante. Sólo así podremos tener una perspectiva de futuro”, finalizó.

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