Polonia dice que el suministro de gas ruso continúa pese a las restricciones a Ucrania
La primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, aplacó hoy los temores de la Unión Europea (UE) sobre posibles recortes en el tránsito del gas ruso, al corroborar que la nueva “guerra del gas” entre Moscú y Kiev está en vías de solución.
“Ucrania es un socio fiable, y no incumpliremos nuestras obligaciones de transporte y exportación de gas a los países de Europa. Suministraremos a la UE todo el gas bombeado por Rusia”, señaló Timoshenko al abrir una reunión del Gobierno.
Timoshenko, que viaja hoy a Bruselas, subrayó que su Gobierno mantiene informada a la Comisión Europea (CE) sobre todos sus pasos en relación a este nuevo episodio del contencioso sobre los suministros de gas, según la agencia Unian.
En esa sesión del Ejecutivo, se aprobó una resolución que “obliga” a la compañía estatal ucraniana Naftogaz a “saldar sus deudas” con la corporación rusa Gazprom, que por esa razón redujo la víspera a la mitad los suministros a los consumidores ucranianos.
Seguidamente, ambas corporaciones abrieron consultas para reanudar las negociaciones y “consensuar una declaración conjunta sobre la reanudación del pleno abastecimiento de gas a Ucrania”, señaló Timoshenko.
Y adelantó que “próximamente” se creará un grupo de trabajo que se encargará de “solventar las radicales divergencias” entre ambas partes.
El brusco cambio de tornas en la crisis se produjo después de que el presidente Víctor Yúschenko enviara esta mañana una carta a Timoshenko en la que le instaba a reanudar “de inmediato” las conversaciones con Gazprom.
El portavoz de Gazprom, Serguéi Kupriánov, confirmó que ambas partes intentan retornar a la mesa de negociaciones y emitirán un comunicado conjunto sobre la reanudación de los suministros a los niveles originales.
La víspera, Naftogaz amenazó con reducir el tránsito del gas ruso por Ucrania con destino a Europa si Gazprom recortaba a la mitad los suministros de carburante a los consumidores ucranianos.
Pese a todo, Gazprom cumplió lo prometido, poniendo de paso en el alero los envíos de ese carburante a Europa, que recibe del monopolio ruso un 40 por ciento de sus necesidades.
El monopolio ruso acusa a Kiev de no abonar los pagos del gas consumido, sin contrato de por medio, en los dos primeros meses del año (600 millones de dólares por 1.900 millones de metros cúbicos) y también de no formalizar los acuerdos de suministro para el resto del año.
Como ocurriera en invierno de 2006, la principal víctima del contencioso podrían ser los consumidores europeos, ya que el 80 por ciento del gas que Gazprom bombea a la Unión Europea (UE) circula por suelo ucraniano.
Gazprom cubre entre un cuarto y un tercio de las necesidades de gas de países europeos como Alemania, Francia o Italia.
En la anterior “guerra del gas” que estalló en 2006, Alemania, Francia, Italia, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Austria, Eslovenia y Rumanía sufrieron cortes del suministro de entre el 14 y 44 por ciento.
La CE ha instado a ambas partes a que negocien y “solventen cuanto antes posible la situación creada” y convocó una reunión extraordinaria del Grupo de Coordinación del Gas para analizar el impacto del conflicto comercial para los Veintisiete.
El nuevo contencioso estalla poco después de que el jefe de Gazprom durante los últimos ocho años, Dmitri Medvédev, fuera elegido el pasado domingo presidente de Rusia.
Al respecto, el portavoz del departamento de Estado norteamericano, Tom K, dijo que “sea quien sea quien dirija la compañía (Gazprom) ahora o en el futuro, no queremos que las disputas comerciales conduzcan a la reducción de los suministros, lo que crea problemas no sólo para Ucrania, sino también para Europa Occidental”.
“No nos gustaría ver que alguien utiliza los suministros de gas o petróleo como un arma política”, dijo.
En todo caso, la crisis está lejos de solucionarse ya que el Gobierno ucraniano decidió sin consultar con Moscú que Naftogaz será la única distribuidora de gas ruso y centroasiático para los consumidores locales.
Además, Timoshenko insiste en que Naftogaz compre directamente el carburante a Gazprom sin la intermediación de una empresa mixta que el pasado 12 de febrero acordaron crear en un futuro Yúschenko y el presidente ruso, Vladímir Putin.
En cuanto a la susodicha deuda, Kiev se mantiene en sus trece en cuanto a pagar los débitos de los primeros dos meses al precio acordado a principios de 2007 por el más barato gas centroasiático, 179,5 dólares por mil metros cúbicos. El suministro de gas ruso que llega hasta Polonia a través de territorio ucraniano continúa con normalidad, a pesar de que Rusia ha reducido en un 50 por ciento el volumen de combustible que envía a Ucrania, alegando que Kiev aún no ha pagado todas las facturas del gas.
Según informó hoy la principal empresa gasística polaca PGNiG, el volumen de gas que llega hasta Polonia desde el gasoducto que atraviesa Ucrania se mantiene estable, y no se ha visto afectado por las restricciones impuestas por Moscú.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Volodymyr Ohryzko, aseguró este martes en Varsovia que a pesar de las circunstancias, su país “hará todo lo posible por mantener el suministro de gas a la UE en condiciones normales”.
Moscú redujo el pasado lunes su exportación de gas a Ucrania en un 25 por ciento y ayer en otro 25 por ciento, justificando su decisión en la existencia de facturas impagadas y en la falta de un nuevo acuerdo que regule el envío de combustible a Ucrania, lo que inmediatamente hizo saltar la alarma en los países del este de la UE, que temen que esta situación pueda afectar a sus suministros.
El principal gasoducto que lleva hasta Europa oriental el gas procedente de Rusia atraviesa suelo ucraniano, por lo que cualquier incidencia en ese país puede afectar al gas que reciben estados como Polonia, la República Checa o Eslovaquia, donde existe una dependencia casi total del combustible ruso.
La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko. EFE