Los trabajadores denuncian el cierre ''premeditado y opaco'' de Tacisa

Medio centenar de trabajadores de la planta de Tabacos Canary Islands (Tacisa), ubicada en Santa Cruz Tenerife y perteneciente a Japan Tobacco International (JTI), protestaron este jueves ante el Consulado de Japón, en Las Palmas de Gran Canaria, contra el objetivo de JTI de “preparar de forma opaca y premeditada la propuesta final de cierre de la fábrica, el despido masivo de trabajadores y el traslado de su producción al otro centro productivo” de Cita Gallagher, también en el municipio tinerfeño.

Así lo manifestó este jueves la secretaria del comité de empresa de Tacisa, Belén Herrera, que informó de que los empleados entregaron un manifiesto en el Consulado de Japón, en la capital grancanaria, dirigido al embajador de Japón en Madrid, en desacuerdo con el cierre de Tacisa, donde trabajan 164 personas.

JTI planteó el pasado mes de septiembre el aviso de cierre de la planta de Tacisa en Santa Cruz Tenerife y transferir su producción al centro de Gallagher Canarias, con el objetivo de “optimizar y hacer más eficiente” la fabricación de cigarrillos en las Islas, informaron fuentes de la tabaquera.

Por su parte, Herrera recordó que JTI, “mayoritariamente de capital público”, compró Tacisa en abril de 2007 y “desde ese momento su gestión se ha distinguido por la ausencia total de inversiones y por la pérdida injustificada de algunos clientes”.

El Comité sigue defendiendo la viabilidad de la fábrica y considera que no hay argumentos que justifiquen su cierre. Herrera señaló que JTI presentó un expediente de regulación de empleo que no fue autorizado por la Autoridad Laboral, que la empresa prevé recurrir al considerar que el cierre es “firme, innegociable e irrevocable”, según Herrera, para quien Tacisa “puede seguir funcionando sin ningún problema es rentable y no hay razones ni organizativas ni económicas ni productivas para cerrar la empresa”.

Igualmente criticó que JTI pretende “cambiar dinero por puestos de trabajo sin ningún criterio objetivo a la hora de definir la plantilla en sus intenciones de futuro”. Explicó que JTI justifica su decisión en “unificar la producción de cigarrillos en Canarias, de forma que se cierre Tacisa y se mantenga la otra fábrica de Santa Cruz de Tenerife”.

“No nos oponemos a que JTI tenga sólo una fábrica pero siempre respetando la proporcionalidad de las producciones que aporta Tacisa”, añadió la representante de los trabajadores, que entiende que esta empresa “ha maquinado el cierre” de Tacisa.

Nuevas negociaciones

Asimismo, plantea que tras el ERE rechazado por la Autoridad Laboral, “se abre una nueva posibilidad de abrir nuevas negociaciones que guiadas por la buena práctica respeten la transparencia, el respeto a los derechos laborales y la defensa del mayor nivel de empleo posible y tengan un resultado positivo”.

En opinión, del Comité, “las ejecutivas de JTI toman estas decisiones en un mercado como el del tabaco en Canarias que se caracteriza por ser un mercado especial dentro de la Unión Europea, que posibilita a las empresas que operan en las islas obtener cuantiosos beneficios”.

“No podemos permitir que la irrenunciable compensación social que se debe obtener a través del empleo sea cada vez menor y de menor calidad, ni que se esté poniendo en peligro los mecanismos que tanto nos ha costado conseguir”, concluyó Herrera.

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