Zapatero defiende sanciones contra los países con déficit excesivo
Van Rompuy quiere un acuerdo en octubre para endurecer el Pacto de Estabilidad pese al desacuerdo sobre los castigos a infractores
BRUSELAS, 16 (EUROPA PRESS)
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido hoy sanciones “eficaces”, “directas” y “automáticas” contra los países con déficit excesivo para evitar en el futuro nuevas crisis de deuda que pongan en riesgo al euro.
Por su parte, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha insistido en que su objetivo sigue siendo lograr un acuerdo en octubre para endurecer el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, aunque admitió que persisten las diferencias entre los Estados miembros sobre los castigos a los infractores.
“Tiene que haber sanciones eficaces, automáticas, directas” para evitar “los riesgos de desequilibrios finales, macroeconómicos que pongan en dificultada a la UE, al euro”, ha dicho Zapatero en la rueda de prensa final de la cumbre de líderes europeos celebrada en Bruselas. “Esto va a ser un debate intenso pero las va a haber”, ha resaltado.
El presidente del Gobierno ha recordado que al inicio de la presidencia española, en enero, abogó “por sanciones para hacer más fuerte el gobierno económico de la UE” y entonces tuvo “muchas críticas”, mientras que ahora éstas centran el debate europeo. A su juicio, debe haber “nuevas ideas de nuevos marcos temporales de nuevos mecanismos de establecer las sanciones dentro de las posibilidades jurídicas que da el Tratado”.
Sin embargo, la semana pasada, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, rechazó que se congelen los fondos estructurales a los países con déficit excesivo, una de las propuestas de la Comisión, y aceptó únicamente que se impongan multas a los países incumplidores, tal y como ya está previsto. Salgado defendió además que las nuevas sanciones preventivas para los Estados miembros que se acerquen a los límites de déficit sean únicamente “morales”, como lanzar un aviso público a los países infractores, y no económicas.
El presidente permanente del Consejo Europeo ha asegurado por su parte que ha habido avances importantes para mejorar el gobierno económico de la UE, aunque admitió que se necesita “más trabajo” en el capítulo de las sanciones. “Continuamos trabajando sobre sanciones financieras y no financieras, teniendo en cuenta algunos elementos legales, constitucionales, prácticos, políticos”, ha dicho. Las sanciones, ha proseguido, se centrarán en un primer momento en la eurozona y luego se ampliarán a los Veintisiete.
“Mi intención es acabar el trabajo a finales de octubre”, ha explicado Van Rompuy al ser preguntado por una posible prórroga de las negociaciones. No obstante, ha admitido que si hay acuerdo entre los Estados miembros sobre la necesidad de modificar el Tratado, lo que a su juicio es una “posibilidad real”, los trabajos continuarían más allá de octubre.
Las negociaciones para endurecer el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se lanzaron el pasado mes de marzo en plena crisis griega. En aquel momento, todos los países aceptaron la necesidad de reforzar las sanciones contra los incumplidores e incluso de crear otras nuevas y se marcaron como objetivo alcanzar un acuerdo en octubre. Así, la Comisión ha propuesto congelar los fondos estructurales e incluso las ayudas agrícolas y pesqueras a los Estados que superen el umbral del 3% de déficit público. Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) van más allá y reclaman la suspensión del derecho de voto en los Consejos de ministros de la UE.
Sin embargo, la ligera mejora de la situación económica ha enfriado el ímpetu reformador y los diferentes países se han atrincherado en la defensa de sus posiciones, bloqueando la negociación. La última reunión de ministros de Economía consagrada a la reforma del PEC, celebrada el pasado 6 de septiembre, acabó sin ningún acuerdo y algunos países pidieron una prórroga en el plazo de octubre para dar tiempo a negociar.
Además de España, los países de la ampliación también están en contra de la congelación de los fondos estructurales por considerar que afectaría de manera desproporcionada a los países más pobres y agravaría su situación. Tampoco hay acuerdo sobre la suspensión del voto, porque obligaría a una reforma del Tratado, ni sobre el momento a partir del cual deberían desencadenarse las sanciones.
Además, no ha habido ningún avance sobre la idea de crear un fondo de rescate permanente para los países afectados por crisis de deuda que sustituya al fondo temporal de 750.000 millones de euros que se creó en mayo para frenar el contagio de Grecia a España y Portugal. Alemania defiende que cualquier mecanismo de este tipo debe incluir un sistema de quiebra controlada para los Estados con problemas.
El único compromiso alcanzado hasta el momento, que fue ratificado la semana pasada por el Ecofin, consiste en mejorar la coordinación presupuestaria. De este modo, la UE revisará a partir de 2011 los presupuestos nacionales de los Estados miembros antes de su aprobación parlamentaria para detectar posibles desequilibrios y prevenir futuras crisis de deuda.