Fernando Clavijo no es partidario de gravar con ningún impuesto al turismo
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (CC), ha dicho este martes que no es partidario de gravar con ningún tipo de impuesto al turismo y que está convencido de que en un sector tan competitivo como éste el precio determina muchas veces el número de visitantes que llegan a las islas.
Clavijo ha hecho estas declaraciones durante su participación un coloquio del foro de turismo de Exceltur sobre las “Claves para potenciar el turismo y reforzar la cooperación turística interinstitucional y público-privada en esta legislatura”.
Respecto a las viviendas turísticas ocasionales, Clavijo ha coincidido con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo (PP), y de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig (PSOE), en la necesidad de regular este tema para impedir la competencia desleal en comparación con los alquileres legales, que tienen que cumplir muchos requisitos y que pagan sus impuestos.
Por su parte, Núñez Feijóo ha dicho que su gobierno no está cerrado a que el sector proponga la implantación de una tasa al turismo, si bien ha precisado que él lo desaconsejaría.
En el turno de preguntas, Feijóo ha explicado que la Xunta no ha previsto ninguna tasa turística similar a la aprobada por el Govern balear.
“Si el sector quiere plantear una tasa finalista, no estamos en contra de que se plantee, pero como figura impositiva no vamos a plantear una tasa para incrementar la recaudación”, ha insistido.
Ximo Puig, por su parte, ha asegurado estar dispuesto a estudiar distintas fórmulas de colaboración público-privadas, si bien ha recalcado que la mejor política fiscal es la lucha contra el fraude
También ha indicado que la política impositiva “no se puede improvisar” y que “hay que evaluar exactamente cada paso que se da”, porque no se puede actuar de manera que acabe teniendo consecuencias negativas sobre la propia actividad.
En el coloquio, los presidentes de la Comunidad Valenciana y Canarias, dos regiones eminentemente turísticas, así como el de Galicia han estimado que para mantener el crecimiento en el turismo hay que apostar por la calidad y por la formación, partiendo de la base de que España está en condiciones de seguir compitiendo en este sector.
Feijóo ha considerado que “el turismo es algo más que una industria, es la tarjeta de presentación de un país”.
También ha subrayado que España tiene una “excepcional” infraestructura viaria y ferroviaria, si bien ha recordado que hay algunas comunidades que tienen AVE desde hace tres décadas y otras a las que ha llegado a principios del siglo XXI.
Hace falta una mayor coordinación aeroportuaria, a su juicio, y vigilar que no se esté subvencionando a compañías aéreas atentando contra la libre competencia porque eso perjudicaría a todos “y el dinero de todos se dedica a unos pocos que son los que viajan por avión”.
Ley del suelo
Para Fernando Clavijo, más allá de la apertura de nuevas líneas lo que se está favoreciendo en Canarias es la entrada de nuevos operadores.
Según Clavijo, se puede crecer turísticamente sin necesidad de construir más, mejorando por ejemplo la calidad de la oferta.
También ha recordado que por ello su Gobierno estableció la ley de moratoria Turística y en menos de un mes presentará una nueva ley del suelo que simplificará el proceso y dará seguridad jurídica, a la vez que protegerá los paisajes, el patrimonio y la cultura.
Una idea esa, la de proteger los recursos, en la que han coincidido los tres mandatarios autonómicos.
En lo que también están de acuerdo es en la necesidad de hacer cosas nuevas y hacerlas bien en este sector, sobre todo impulsando la colaboración entre las instituciones públicas y las empresas privadas.
Para Ximo Puig, éste es un gran momento para repensar el turismo y actuar en consecuencia, con un protagonismo activo por parte de las empresas, pero que éstas tengan el apoyo de las instituciones.
“Debemos aprobar bien la asignatura de la madurez (turística) y para eso hay que ser conscientes de lo que no se ha hecho bien y de lo que hay que mejorar”, ha añadido Puig, quien ha hecho hincapié en que el territorio es el valor fundamental de comunidades como la suya y, sin embargo, se ha “castigado” excesivamente con construcciones.
Si en algo no han coincidido ha sido en el tratamiento administrativo que se da a la hora de abrir un nuevo negocio turístico.
Clavijo cree que el problema no está en la diversidad de las normas, sino en ocasiones en el abuso de poder de la administración, ya que, por ejemplo, la misma ley se puede interpretar de manera distinta por parte de los ayuntamientos.
Su criterio es que “no hay que tratar a los emprendedores como presuntos infractores”, sino dejar que los técnicos hagan su trabajo y se actúe a posteriori contra aquel que incumpla.
Feijóo, por contra, es partidario de unificar criterios y eso pasaría por una estabilidad normativa y hacer normas con criterio de persistencia, con cierta vocación de permanencia.
“No podemos estar legislando todo el día”, ha dicho para quejarse de que en ocasiones cuando llega un gobierno de un color distinto al saliente cambia todas sus leyes, y ha abogado por tener “una política económica contemporánea” e impedir que cada autonomía haga cosas diametralmente opuestas.
Ximo Puig está a favor de “ayudar realmente al emprendedor en cualquier área”, así como de “arrinconar la soberbia de la administración”, no sólo en el silencio administrativo positivo sino en muchos otros ámbitos.
Cree “fundamental” asimismo una “coordinación horizontal y no sólo vertical”, de manera que “la cobertura del Estado debería pasar por una federalización”, con el fin de solucionar ineficiencias que “no tienen a veces ningún sentido”.
