Tenerife concentra el 66% de los padrones inflados de Canarias
La isla de Tenerife supone el 66,24% del desajuste entre los datos ofrecidos por los ayuntamientos y los reconocidos oficialmente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2011, con un desfase que alcanza a 29.222 habitantes de los 44.114 detectados en el conjunto de Canarias. El conjunto de las islas occidentales acumula el 77,88% del desajuste. En el caso de la capital tinerfeña sus diferencias con los datos dados por buenos por el INE suponen el 42,60% del Archipiélago.
Respecto al impacto global por islas de esa diferencia poblacional corregida por el INE es el siguiente: Tenerife (29.222; 66,24% del total del Archipiélago), Lanzarote (4.317; 9,79%), Gran Canaria (4.306; 9,76%), La Palma (3.473; 7,87%), La Gomera (1.396; 3,16%), Fuerteventura (1.131; 2,56%) y El Hierro (269; 0,61%)
Claro que, teniendo en cuenta su población, es muy distinta la inflación en cada uno de los territorios, quedando la tabla encabezada por La Gomera (con un incremento en los padrones iniciales del 8,31% respecto a su población real), La Palma (4,14%), Tenerife (3,32%), Lanzarote (3,12%), El Hierro (2,50%), Fuerteventura (1,1%) y Gran Canaria (0,50%).
En el caso de Santa Cruz de Tenerife, centro desde hace un año de la polémica por esos miles de habitantes fantasmas, el desfase entre padrón e INE supone el 42,60% del global de Canarias y un incremento de su población real de más del 9%, mantenida durante unos quince años.
Mala praxis
Para el sociólogo Miguel Guerra estos datos no son tan sorprendentes. Asegura que esa mala praxis viene observándose desde comienzos de los años noventa del pasado siglo, y considera que para que eso ocurra confluyen muchas responsabilidades, dentro y fuera de los ayuntamientos.
Hubo un antecedente, en el año 1991, en que el Instituto Nacional de Estadística (INE) obligó a Santa Cruz a disminuir de 222.892 a 200.172 su cifra de habitantes oficiales. Un diferencial de 22.720. Lo que confirma que entonces la misma estaba hinchada en un 11,35%. En ambos casos, la cifra finalmente homologada quedó al borde de los 200.000.
“Ese dato no es causal”, asegura Guerra, “superar esa barrera de los 200.000 habitantes supone no sólo más concejales, sino especialmente más posibilidades de captar recursos de los diferentes fondos de financiación, canarios y estatales, destinados a los ayuntamientos”.
Financiación
El desajuste descubierto por el INE le ha podido suponer a Santa Cruz de Tenerife unos ingresos anuales de 2,3 millones de euros de más, procedentes del Régimen Económico y Fiscal Canario (REF) y del Fondo Canario de Financiación, así como 2,5 millones de euros del Fondo de Compensación Estatal.
Cantidades que, evidentemente, salieron de las correspondientes bolsas comunes y que, por tanto, dejaron de percibir otros a los que les correspondía en buena lid. La cifra de ingreso extra en los últimos 16 años, a consecuencia de esos cerca de 20.000 habitantes ficticios, podría superar los 40 millones de euros.
Sería preciso analizar los datos globales de Canarias, con esos casi 45.000 habitantes irreales y los más concretos de los municipios más inflacionistas en población para determinar el impacto económico de lo que parece ser una trampa. ¿O sólo un error estadístico? Los del informe PISA van a tener trabajo en 2015 para analizar con profundidad el grave problema que en las Islas sufrimos en competencias matemáticas.
En 2001, mayor desfase aún
En 2001 también se produjo un diferencial ente los datos de los padrones y los definitivamente reconocidos por el INE. En aquella ocasión, el desfase en el conjunto de Canarias casi duplicó la cifra de 2011 al alcanzar los 86.889 habitantes. De ellos, prácticamente la mitad (43.052, el 49,5%) correspondían a municipios de la isla de Tenerife y Santa Cruz volvía a destacar, con 25.684 (el 29,56% del total de la Comunidad Canaria).
Gran Canaria y Tenerife, a la par en población escolar
Al hilo del debate abierto sobre los habitantes zombis detectados en Santa Cruz de Tenerife, llama poderosamente la atención que la significativa diferencia poblacional entre las islas de Tenerife y Gran Canaria, que alcanzó en 2010 los 61.178 a favor de la primera, y que en 2013 ha quedado situada en 44.859, no se compaginan tanto con los datos de escolarización.
En efecto, en lo que se refiere a los estudiantes matriculados en Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato en el curso 2013/2014 las diferencias son apenas perceptibles. Gran Canaria cuenta con 122.672 matriculados en esos niveles educativos y Tenerife con 123.221, es decir, apenas 549 más.
Cabe interpretar que estamos ante dos pirámides poblacionales completamente dispares. Sin embargo, en su informe 'La realidad educativa en Canarias', el Consejo Escolar de Canarias señala que las pirámides de población de ambas islas son similares. Por lo tanto, parece que no puede achacarse exclusivamente el dato a una población mucho más envejecida.
Al respecto, sería interesante analizar con profundidad un dato que ofrece el Consejo Económico y Social de Canarias (CES), en su informe de 2012: “A 1 de enero de 2011, en las edades inferiores a los 14 años, la diferencia entre Padrón Municipal y las estimaciones del INE es de 10.261 personas en detrimento del Padrón; en las demás edades la diferencia alcanza los 36.799 efectivos a favor del Padrón”.