La Liga Árabe rechaza la intromisión de EEUU en los asuntos internos de Irak

Los países de la Liga Árabe reclamaron este domingo una solución política para la crisis en Irak que acompañe a las medidas de seguridad que se han puesto en marcha, y rechazó la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de aquel país.

En una reunión realizada en Riad, preparatoria de la próxima cumbre de la Liga Árabe (27 y 28 de marzo en la capital de Arabia Saudí), los ministros de Exteriores árabes reiteraron su apoyo a la integridad territorial iraquí, según un comunicado leído por el ministro tunecino de Asuntos Exteriores, Abdulah Abdul Wahab.

“La salida a la crisis que vive Irak requiere de una solución política paralela a la de seguridad, que ayude a eliminar la violencia sectaria”, señala el escrito.

El comunicado subraya que el Gobierno del primer ministro de Irak, Nuri Al Maliki, debe representar a todo el pueblo iraquí y respetar su voluntad.

En ese sentido, los ministros dijeron que la solución de la crisis iraquí recae sobre el Ejecutivo, por lo que sus responsables deben trabajar para ampliar el proceso político para incluir a todos los miembros de la sociedad.

“Apoyamos la preservación de la soberanía, la integridad territorial y la identidad árabe e islámica de Irak, y el rechazo en la intromisión de sus asuntos internos”, aseguraron los ministros en alusión a EEUU.

Asimismo, pidieron a los países árabes que aceleren la condonación de las deudas que mantiene Irak con ellos.

Sin embargo, las divisiones que enfrentan a la población en Irak tuvieron su reflejo en la decisión por parte de Libia de no acudir a la cumbre de Riad, bajo el argumento de que los países árabes no son serios al intentar resolver el problema.

Según expertos en la región, los países de la Liga, mayoritariamente suníes, pretenden ganar la influencia que han perdido en Irak con el Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki, de origen chií.

A este respecto, Libia denunció que los países árabes consideran a Irán, que apoya a Maliki y de mayoría chií, como un enemigo.

En paralelo a esta polémica, la Liga Árabe hizo público este domingo el nombramiento del nuevo responsable de su misión en Irak, que será Tareq Abdel Salem, hasta ahora el “número dos” de esa oficina.

El anterior representante, Mukhtar Lamani, dimitió el pasado mes de enero por el empeoramiento de la situación y la incapacidad de la organización de contribuir a una mejora de las condiciones.

Al respecto de otros “puntos calientes” en la región, el comunicado se refirió al conflicto de Somalia, al elogiar el anuncio de la retirada de las tropas etíopes de ese país miembro de la Liga Árabe.

Respecto a Líbano, que desde octubre pasado vive una crisis política, los ministros reiteraron su solidaridad con ese país, por lo que instaron a todos los países árabes a prestarle ayuda política y financiera.

“El diálogo es la única solución para que Líbano salga de la inestabilidad política que vive”, recalcó Abdul Wahab en la nota.

Respecto a la convulsa región sudanesa de Darfur, los ministros árabes coincidieron en respaldar los esfuerzos del Gobierno sudanés y la Unión Africana por establecer la paz en esa zona, azotada por la guerra desde 2003.

También instaron a las facciones rebeldes a unirse al acuerdo de paz de Darfur, firmado el año pasado entre el Gobierno sudanés y un grupo insurgente en Abuya.

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