El Congreso de Honduras cierra la puerta a Zelaya

El Congreso de Honduras ratificó este miércoles por una amplia mayoría el decreto emitido el pasado 28 de junio para expulsar del país mediante un golpe de Estado al presidente depuesto, Manuel Zelaya, cerrando definitivamente su posible regreso a la presidencia.

La vuelta de Zelaya al cargo fue rechazada por 111 de los 128 legisladores del Congreso --sólo 14 votaron a favor y tres se ausentaron--, después de más de nueve horas de debate, en el que se escucharon los informes redactados por la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, la Procuraduría General de la República y el Comisionado de los Derechos Humanos, informaron los medios locales.

Todos los diputados intervinieron en la sesión, que comenzó a las 13.00 hora local (20.00 hora española) y estuvo marcada por las fuertes medidas de seguridad entorno al edificio, donde se concentraban cientos de seguidores del mandatario depuesto.

El Partido Nacional de Porfirio Lobo, ganador de las elecciones celebradas el pasado domingo en el país centroamericano, votó en bloque en contra la restitución del presidente, como también lo hicieron la mayoría de los diputados del Partido Liberal de Zelaya.

La votación se produjo conforme al acuerdo de Tegucigalpa-San José, que en su preámbulo establecía que debía ser el Congreso quien decidiera la restitución o no del presidente derrocado. El informe de la Fiscalía leído señalaba que la vuelta al poder de Zelaya era “jurídicamente insostenible”, además de “inaceptable e insostenible”.

Zelaya fue sacado a punta de pistola por el Ejército el pasado 28 de junio, después de que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) hondureña calificara de ilegal la pretensión del entonces presidente de realizar una consulta popular sobre una modificación de la Constitución que permitiese su reelección.

El informe presentado este miércoles por la CSJ se postuló durante la sesión del Congreso en contra de la restitución del mandatario depuesto, recordando que había cometido seis delitos, entre ellos el de traición a la patria, desobediencia a órdenes judiciales, violación de los deberes de los funcionarios y abuso de autoridad.

Una “vergüenza” para Zelaya

Zelaya, que entró de forma clandestina el pasado 21 de septiembre en Honduras y desde entonces se refugia en la Embajada de Brasil, calificó de “vergüenza” la decisión del Parlamento de su país de no restituirlo en el poder y advirtió a los hondureños que se avecinaban tiempos de “pena de muerte” y de problemas económicos para los más desfavorecidos.

“Hoy el pueblo esta comprobando cuales son los verdaderos enemigos de la democracia que participan en elecciones pero que traicionan al pueblo”, dijo leyendo un comunicado recogido por el diario 'Última hora'. “Hoy la elite económica y mediática celebra a través de sus instrumentos de dominación”, reiteró.

Además, llamó a “no parar de luchar contra la dictadura”, insistió en no reconocer las elecciones del pasado domingo y calificó a Porfirio Lobo como “el presidente del Fraude”. “Vienen tiempos en los que se nos va a aplicar la pena de muerte, se devaluará nuestra moneda, subirá el costo de la vida y se reducirá el poder adquisitivo” dijo.

La comunidad internacional se mantiene dividida respecto a la validez de las elecciones, marcadas por la crisis política en la que se ha visto inmerso el país centroamericano tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio. Hasta el momento sólo Israel, Panamá, Perú, Estados Unidos y Costa Rica han anunciado que aceptarán el resultado de los comicios.

El presidente 'de facto' Roberto Micheletti, que regresaba hoy al cargo después de un “periodo de reflexión” de una semana, indicó tras la votación que Zelaya está obligado a aceptar la resolución del Congreso en virtud del pacto de Tegucigalpa-San José, en declaraciones recogidas por el diario 'El Heraldo', aunque también advirtió de que faltaban varios puntos del acuerdo por cumplir.

El primero de ellos establecía la creación de un gobierno de unidad, pero sin especificar quién lo debía encabezar, lo que hizo que Zelaya renunciase a formar parte de él si no era como presidente, algo a lo que Micheletti se negó. Tras las elecciones del pasado domingo, y salvo sorpresa, Micheletti seguirá como presidente interino hasta que en enero sea Lobo quien asuma el cargo.

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