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Los insurgentes de Helmand disponen de menos de la mitad del dinero que tenían

WASHINGTON, 2 (Reuters/EP)

Los insurgentes de la provincia de Helmand, que se sitúa en el sur de Afganistán y es el centro de la producción de opio en este país, disponen de menos de la mitad del dinero que tenían hace un año, según ha afirmado este jueves el mayor general Richard Mills, comandante de la Primera Fuerza Expedicionaria del Cuerpo de Marines de Estados Unidos en Afganistán.

Mills explicó que las labores de erradicación de las adormideras, que cuentan con el apoyo de los 30.000 militares de seis países sobre los que tiene autoridad, han conseguido trastocar el comercio de opio este verano.

“Creemos que la insurgencia local de esta provincia dispone de menos de la mitad de los fondos para operar que tenía el año pasado”, aseguró desde Helmand a través de un vídeo informativo retransmitido en el Pentágono, en Washington.

Helmand, la provincia más grande de Afganistán, produce más de la mitad del opio que se cultiva en Afganistán, un país del que sale en torno al 90 por ciento del opio que se produce en todo el mundo, según la Oficina de la ONU sobre las Drogas y el Crimen. El cultivo de adormideras está estrechamente relacionado con la insurgencia y los talibán financian en buena parte sus actividades mediante el comercio de opio.

Mills dijo que ahora los insurgentes cuentan con menos dinero para comprar bombas sofisticadas que colocan para que exploten al paso de vehículos militares, el tipo de arma que suelen utilizar con más frecuencia. Por eso ahora recurren más a las balas, indicó el comandante, que añadió que los grupos de insurgentes cada mes son más pequeños.

Los insurgentes han acabado “abocados a la desesperación” en la zona de Marjah, un bastión talibán por cuyo control están luchando el Gobierno afgano y las fuerzas internacionales, según Mills. Como resultado, están recurriendo a “asesinar e intimidar” a la población para conseguir sus objetivos, agregó.

Las fuerzas extranjeras no se han dedicado a erradicar los cultivos de adormidera por miedo a enfadar a los granjeros. Mills manifestó que sus fuerzas atacan el comercio de opio “sólo cuando se cruza con la insurgencia”, por ejemplo, para acabar con las redes que venden droga para comprar armas. Estos esfuerzos, detalló, se han combinado “para privar a la insurgencia de una cantidad significativa del dinero que necesita tan desesperadamente para actuar”.

El mes pasado, los talibán afganos rechazaron la afirmación que ha hecho el general estadounidense David Petraeus, el comandante de la misión de Estados Unidos y la de la OTAN en Afganistán, sobre que se han revertido los progresos que han hecho, incluidos los logrados en las provincias de Helmand y Kandahar.

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