Musharraf gana un nuevo mandato con la abstención del partido de Bhutto
El colegio electoral paquistaní está compuesto por 1.170 legisladores, pero 199 de un sector opositor conservador islámico dimitieron en días pasados y este sábado el Partido Popular (PPP) de la ex primera ministra Benazir Bhutto anunció que se abstenía. Así, ninguno de los dos candidatos del PPP obtuvo votos en la elección de hoy, en la que el juez Wajihuddin Ahmed logró sólo el apoyo de ocho diputados y seis papeletas fueron declaradas nulas.
El partido de Bhutto, el principal de la oposición parlamentaria, presentó como un “boicot” el anuncio de que se abstendría en la votación, efectuado precisamente por su principal candidato presidencial, Makhmud Amin Fahim. De hecho, Fahim explicó que el partido, que hace dos días llegó a un acuerdo con Musharraf, se abstenía porque la elección es “inconstitucional” ya que el presidente sigue ostentando el mando del Ejército, y que el PPP “no puede participar en este proceso”.
Aunque algunos miembros del Gobierno como el viceministro de Información, Tariq Azim, acusaron al PPP de tener una “memoria selectiva” que les hace olvidar que ayer estaban negociando con “un presidente con uniforme”, otros no ocultaron su satisfacción porque la decisión opositora ayudó a “legitimar” la votación de hoy.
“Impulso a la democracia”
Tras el anuncio de la “victoria” de Musharraf, la euforia se apoderó de los diputados presentes en la Asamblea Nacional -vacía de opositores- y el primer ministro, Shaukat Aziz, declaró que este resultado dará “impulso a la democracia” en Pakistán.
“En democracia, cada partido tiene derecho a votar o no votar y el PPP lo ha ejercido”, dijo Aziz sobre la abstención de los legisladores de Bhutto. El primer ministro subrayó que todo el proceso ha salido adelante “en paz, excepto por algunos incidentes menores”.
El sector de la oposición que boicoteó el proceso electoral había llamado a una huelga que ha tenido un seguimiento menor en la práctica totalidad del país. Mientras los diputados votaban, se produjeron manifestaciones de cientos de abogados -el sector que propuso a Ahmed como candidato- a las puertas de las asambleas provinciales de Sindh, Punjab, Baluchistán y la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP).
La más numerosa ha sido, como es habitual, la de la capital punjabi, Lahore, que las fuerzas de seguridad no pudieron impedir pese a una orden que las prohibía, mientras en Peshawar (NWFP) la protesta degeneró en choques violentos. Una persona resultó herida con fractura de huesos en Peshawar, donde los manifestantes incendiaron un vehículo de las fuerzas de seguridad y atacaron con piedras y palos a los agentes.
En Islamabad, donde los diputados gubernamentales emitieron su voto a primera hora para después dejar una cámara desierta en la que el presidente guardaba la urna, unas decenas de personas se manifestaron a favor de Musharraf. “¡Larga vida a Musharraf!”, coreaban los manifestantes, la mayoría de ellos mujeres, observados por un número mayor de policías y un grupo de opositores que, silenciosos, exigían saber el destino de personas desaparecidas, cuyas fotos estaban desplegadas sobre el césped enfrente del edificio del Parlamento.
Una ciudad medio dormida a lo largo de toda la mañana de votación se desperezó tras anunciarse que Musharraf ha “ganado” un nuevo mandato y la principal avenida capitalina se empezó a llenar de vehículos, cuyos ocupantes hacían sonar la bocina en señal de alegría por la victoria del general.
Celebraciones nocturnas
El ministro de Ferrocarriles, Sheikh Rashid Ahmed, anunció en declaraciones a la cadena de televisión Dawn que los seguidores de la gubernamental Liga Musulmana celebrarán durante la noche de este sábado el resultado.
Ahmed no mostró inquietud ante la posibilidad de que el Supremo, que el día 17 reanuda las vistas sobre los recursos opositores contra la candidatura de Musharraf, falle en contra del general y le impida jurar el cargo. “Esperamos un fallo favorable en su debido momento”, declaró.