La ciudad es nuestra y Correos es público: una reflexión sobre la propuesta de convertir un edificio histórico en un hotel
Nuestros representantes políticos han manifestado su interés en convertir el histórico edificio de correos de Santa Cruz de La Palma en un hotel de hasta 6 plantas. Ante esta iniciativa, es crucial preguntarse si esta es realmente la mejor manera de aprovechar un espacio público tan grande y céntrico en la capital.
Habría que valorar si esta decisión realmente aborda las necesidades de la comunidad y valora el patrimonio público de Santa Cruz de La Palma. Ante la perspectiva del desarrollo futuro y de nuevos proyectos hay que repensar la ciudad, evitando su colapso y la pérdida de identidad social y cultural de la misma.
Sería una pena perder un edificio público para convertirlo en un edificio privado de uso turístico, con lo que ello implica, turistificación y gentrificación de nuestra capital, ya que la población flotante competiría por los recursos con la población local, contribuyendo así a una disminución de la calidad de vida, como se está viendo actualmente en lugares como Barcelona o Ibiza, convertidas en 'ciudades turísticas'.
La participación ciudadana es necesaria, la ciudad es nuestra, lo lógico es que la diseñemos según nuestras necesidades, no que nos impongan un modelo. No se nos está preguntando desde las instituciones por nuestro presente ni nuestro futuro, es mas, me atrevería a decir que estamos siendo sistemáticamente ignorados. Ya que las personas en el poder no nos dan espacios, tendremos que entrenar nuestras voces para ocuparlos, la ciudad es nuestra, diseñémosla juntos.
Nuestra ciudad necesita transformarse en un hogar más amable con la infancia y con las familias, en una ciudad humana con sus residentes. La ciudad es nuestra, preguntémonos qué necesitamos, con qué infraestructuras seríamos más felices. Ojalá diseñar en comunidad entre vecinas y vecinos espacios públicos y gratuitos de encuentro, de trabajo, de diversión, espacios intergeneracionales, donde estar y ser, donde todo el mundo es bienvenido independientemente de su capacidad económica.
El edificio de Correos podría transformarse en un lugar de lectura, conversación, estudio, y trabajo cómodo para todas las edades. Habría que pensar si no sería de mayor utilidad la satisfacción de una serie de necesidades de desarrollo cultural y formativo de la población. Existen numerosos ejemplos de espacios socioculturales exitosos que aportan gran felicidad a sus vecinos, como 'Matadero' en Madrid.
Con este artículo no pretendo decir qué proyecto concreto debería de llevarse a cabo en el edificio de correos, que está infrautilizado, sino poner en valor los espacios públicos y la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones, ya que el interés social debe primar siempre ante el interés por beneficios particulares. Debemos unirnos para construir un futuro en el que nuestros espacios públicos se utilicen en beneficio de todos. La ciudad es nuestra, y es nuestro derecho dar forma a su destino de manera colectiva y participativa.
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