Ya el gran filósofo griego Aristoflato, muchas Navidades antes de Cristo si se me permite el absurdismo, dijo aquello de “algún día seremos dioses, el problema es qué hacemos mientras tanto”. La filosofía del mientrastanto ha sido llevada a lo más alto por el procés con aquello de “nuestra meta es la independencia, pero algo tenemos que hacer en el mientrastanto”. En La Palma el futuro se nos presenta lleno de mientrastantos. ¿Mientrastanto no baja la pandemia y se restablece la economía qué hacemos? Y un montón de innumerables mientrastantos para las comunicaciones y el agua y el suministro eléctrico del Valle y las viviendas que parecen provisionales e insuficientes en un largo mientrastanto. Recientemente visité la zona de Jedey y Las Manchas y puedo afirmar que mientras tanto escribo esto cómodamente sentado en casita allá no cesa la ardua batalla contra las toneladas y toneladas de ceniza volcánica y que como dicen en Garafía “una cosa es verlo y otra contemplarlo”. Y por si fuera poco el mientrastanto de la pandemia sigue muy mientrastanteado, el desmientrastanteador que lo desmientrastantice buen desmientrastanteador será o algo así como diría el gran Aristoflato.