Día Mundial de Lucha contra la Depresión

13 de enero de 2023 11:08 h

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La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades.

Afecta a los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales.

Es posible que se tengan dificultades para realizar las actividades cotidianas y que, a veces, se sienta que no vale la pena vivir.

Más que solo una tristeza pasajera, la depresión no es una debilidad y uno no puede recuperarse de la noche a la mañana de manera sencilla. La depresión puede requerir tratamiento a largo plazo. No obstante la mayoría de las personas con depresión se sienten mejor con medicamentos, con psicoterapia o con ambos.

Por lo general, las personas tienen varios episodios de depresión. Durante estos episodios, los síntomas se producen durante gran parte del día, casi todos los días y pueden consistir en:

·      Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza

·      Arrebatos de enfado, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia

·      Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes

·      Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado

·      Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor

·      Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso

·      Ansiedad, agitación o inquietud

·      Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales

·      Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches

·      Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas

·      Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio

·      Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza

Para muchas personas con depresión, los síntomas suelen ser lo suficientemente graves para causar problemas evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones con otras personas. Algunas personas pueden sentirse infelices o tristes en general sin saber realmente porqué.

En general todo lo anterior afecta a la población general, pero hay algunas diferencias que se producen cuando esta depresión afecta a niños y adolescentes o a personas más mayores. 

En los niños y adolescentes, como hemos dicho los síntomas son similares, pero puede haber algunas diferencias.

·      En los niños más pequeños, los síntomas de depresión pueden consistir en tristeza, irritabilidad, apego, preocupación, dolores, negarse a ir a la escuela o bajo peso.

·      En los adolescentes, los síntomas pueden comprender tristeza, irritabilidad, sentirse negativo e inútil, ira, bajo rendimiento o poca asistencia a la escuela, sentirse incomprendido y extremadamente sensible, consumir drogas de uso recreativo o alcohol, comer o dormir demasiado, autolesionarse, perder el interés por las actividades habituales y evitar la interacción social.

La depresión no es una parte normal del envejecimiento, y nunca debe tomarse a la ligera. Lamentablemente, la depresión a menudo no se diagnostica ni se trata en adultos mayores, quienes pueden sentir reticencia a buscar ayuda.

Los síntomas de la depresión pueden ser diferentes o menos evidentes en los adultos mayores, entre ellos:

·      Problemas de memoria o cambios en la personalidad

·      Dolores físicos

·      Fatiga, pérdida del apetito, problemas del sueño o pérdida del interés en el sexo, que no son resultado de una enfermedad ni de un medicamento

·      Querer quedarse en casa con frecuencia, en lugar de salir a socializar o hacer cosas nuevas

·      Pensamientos o sentimientos suicidas, en especial en los hombres mayores

Si te sientes deprimido, pide una cita con un médico o un profesional de salud mental tan pronto como sea posible. Si no quieres eso, habla con un amigo o un ser querido, o con cualquier persona en quien confíes.

Además, considera estas opciones si tienes pensamientos suicidas:

·      Llama al médico o profesional de la salud mental.

·      Llama a la línea directa para prevención del suicidio. (024)

·      Habla con un amigo íntimo o un ser querido.

·      Ponte en contacto con algún religioso de tus creencias si las tuvieses.

Si tienes un ser querido que está en peligro de suicidarse o ha tenido un intento de suicidio, asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama de inmediato al 024 o al 112. Asimismo, si crees que puedes hacerlo de forma segura, lleva a la persona a urgencias del hospital más cercano

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