Comerciantes del Valle de Aridane reclaman ayudas urgentes para reflotar la economía
Los comerciantes del Valle de Aridane, zona de la Palma más afectada por la erupción volcánica de Cumbre Vieja, reclaman que las ayudas lleguen cuanto antes a los afectados porque de esta forma se podrá reflotar una economía machacada por la covid, el incendio forestal del verano y ahora el volcán.
Carmen Koury, presidenta de la Asociación de Comerciantes Zona Abierta de Los Llanos de Aridane, hace, en declaraciones a EFE, esta petición en la que afirma que la erupción ha afectado a todo el sector económico del Valle ya que se trata de una economía circular.
Hay muchas familias que han perdido sus casas, sus empleos y otras han sido evacuadas, afirma Koury, por lo que el consumo se ha reducido y los comerciantes apenas obtienen algún rendimiento para cubrir los gastos básicos. Afirma que hay negocios que solo facturan entre 30 o 40 euros al día y se pregunta cómo se puede sostener un establecimiento con estos ingresos “con los no se puede asumir ni los gastos fijos”.
Por ello la asociación que preside, ACZA, reclama que el Gobierno se involucre mas y exima al comercio de la zona de sus obligaciones fiscales.
“Ahora mismo estamos en una situación de emergencia” señala Koury, que indica que los bancos no perdonan el pago de las cuotas de los préstamos mientras que a ellos “se les inyectó dinero a coste cero”.
Koury indica que se les pide calma “pero llevamos ya cuarenta y pico días y los estamos pasando muy mal”. Asegura que hasta hace poco, Los Llanos de Aridane era un pueblo con mucha vitalidad “y ahora está muerto y ya no hay ese dinamismo que había antes” por lo que reclama que las instituciones presten la ayuda de forma inmediata porque, advierte, se corre el riesgo de que la población decida marcharse.
Tener liquidez es prioritario, señala Koury, que se congratula del anuncio de algunos ayuntamientos de la zona y del cabildo del reparto entre la población afectada de las donaciones recibidas.
La representante de la asociación comercial no ve bien el turismo “que viene y se va sin consumir”, aboga por un turismo “sano, que consuma, que nos visite y nos conozca” mientras el otro tipo de visitante, agrega, puede incluso hasta colapsar la carretera “y nos puede perjudicar si fuera necesario una evacuación”.
Está convencida de que cuando la erupción volcánica termine, la población del valle tomará conciencia de lo que ha ocurrido “y el problema se puede agravar en muchos ámbitos”.
Y por eso insiste en pedir la ayuda de las instituciones para “crear ilusión y esperanza”.
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