La ensaladilla rusa y la tortilla de papas abandonan el menú en los restaurantes canarios
La prohibición de comprar papas de Inglaterra, que ha supuesto un incremento en el precio de este producto básico para la dieta de la población canaria, también ha provocado que el sector de la restauración isleño suspenda la producción de ensaladilla rusa o tortilla de papas en sus menús con el fin de priorizar los pocos tubérculos que consiguen para acompañar platos o en potajes.
La falta de papas en el mercado debido a las restricciones para importarla desde Reino Unido sin que la producción local pueda hacer frente a esta coyuntura ha impulsado al alza el precio de este producto, lo que ha alcanzado de forma directa a la restauración.
Entre ellos el gerente del asadero de pollos El Puente de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Hernández, quien ha lamentado que no hubiera aviso alguno por parte de las autoridades “para que uno pudiera haber ido almacenando un poco antes”.
“Vamos a ver lo que dura esto, porque si sigue mucho tiempo va a ser un desastre para todos”, ha indicado el hostelero, quien ha agregado que las papas les están llegando “a cuentagotas y como si fueran oro”.
Más allá de los pollos y sus papas para acompañar, en su establecimiento también ofertan tortillas de papas o ensaladilla rusa, pero deja claro que, si ve que no tiene suficiente, “la dejo únicamente para venderla con el pollo y dejaría de hacer las tortillas y la ensaladilla rusa”.
En el restaurante El Nervioso, en Los Rodeos, Tenerife, su plato estrella y la razón por la que cientos de personas acuden cada semana como peregrinación son las costillas con papas y piña, por lo que están preocupados por lo que pueda pasar con el tubérculo.
La encargada del restaurante, Nena, ha admitido que las papas están en la actualidad “carísimas”, pero que más allá del elevado precio, lo peor es que no las encuentran con tanta facilidad como habitualmente.
“Vamos batallando, de un sitio a otro, para poder tener las papas, pero está la cosa fastidiada”, ha explicado la hostelera, que para su plato estrella siempre busca productos “de la mejor calidad posible”, lo que pasa, generalmente, por adquirir piñas y papas del país.
Por el momento, han podido comprar papas en la isla, pero tiene claro que si la cosa sigue como en los últimos días, “quizás tengamos que mermar las raciones” que ofrecen a la clientela.
Otros establecimientos han optado por buscar las papas en el mercado exterior, pero en otros países que no fueran Reino Unido, como fue el caso de la Tasca El Aljibe, en Santa Cruz de Tenerife, que ha acudido hasta el egipcio para poder mantener el producto en sus platos.
El gerente de la tasca, Carlos Guedes, ha criticado que es “un auténtico disparate” que el kilo de papas pueda llegar hasta los cuatro euros en el mercado, sobre todo cuando las podían comprar por ochenta céntimos hace poco tiempo.
“Es una pena que se esté trayendo papas de Israel y de Egipto, y de hecho yo compré el otro día 600 kilos de papa de Egipto a 1,30 euros, pese a que no es muy buena y que el precio tampoco es barato”, ha indicado Guedes para luego destacar que esta hortaliza “es la base alimenticia de un canario”, por lo que cualquier cambio en su coste les afecta “muchísimo”.
Ante la falta del acompañamiento estrella en las mesas canarias, ciertos restaurantes van a acercarse hacia la rutina de otras regiones, como es el caso de Latinoamérica, y pondrán arroz como complemento a sus platos, o lo harán usando ensaladas.
Es el caso del restaurante de menús Hermanos García, en Las Palmas de Gran Canaria, cuyo gerente, Jorge Rubio, está buscando “algo diferente” para poder acompañar sus platos, aunque ha lamentado que ya no puede “tirar mucho” de la verdura, porque el precio está subiendo “en todo”.
“En un restaurante como el mío, que la base es el menú, hay que hacer vericuetos, tenemos que ser superhéroes para buscarle la vuelta”, ha puntualizado Rubio, quien ha asegurado que habrá algunas cosas que no pueda mantener más tiempo, como la ensaladilla rusa o el aguacate, “porque intentamos tener los precios del menú muy ajustados” para llegar a su público objetivo.
Con la escasez de papas en el mercado, y el desorbitado precio de lo poco que hay, ya ha tenido que echar mano de cargamentos de papas congeladas para freír, los cuales empezará a usar si la situación no varía, mientras que las de arrugar ya desaparecieron de su almacén.
El sector de la restauración espera que esta coyuntura pase rápido y regrese, lo más pronto posible, la normalidad que han perdido por culpa de un pequeño insecto que decidió infectar todo un cargamento.
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