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Un experto asegura que la campana del velero La Verdad expuesta en el Museo Naval de La Palma “es excepcional por su sonoridad y su fabricación”

La Palma Ahora

Santa Cruz de La Palma —

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La campana del velero La Verdad, botado en La Palma en 1873, es “un ejemplo excepcional de las campanas de barco, tanto por su sonoridad, con una nota principal y dos armónicos, como por su excelente estado de conservación”, se indica en una nota de prensa del Museo Naval de la Isla.

La campana, que fue donada al Museo hace un año por el ciudadano americano Thomas Cox, ha sido estudiada por el Doctor en Historia del Arte, José Lorenzo Chinea Cáceres, quien ha estado una década investigando acerca de las campanas de la provincia tinerfeña. Este experto, que lleva ya censadas 398 campanas (la de La Verdad es la número 394 de su base de datos“, confiesa que le cautivó desde que la hizo sonar en la sala del Museo Naval. La nota que emite la campana de La Verdad es Si bemol, con armónicos Sol y Fa, se indica en la nota.

Además, ha destacado que es la única campana de barco del último tercio del siglo XIX que, hasta la fecha, ha estudiado en la provincia occidental. José Lorenzo Chinea cree “con casi total seguridad” que la fabricación de este instrumento es española, sin descartar que haya sido fundida en las islas o, en todo caso, probablemente en Andalucía, con Sevilla o San Fernando de Cádiz como posibles candidatas.

De hecho, este investigador conoce de la existencia de “buenas fundiciones en el siglo XIX en Tenerife o la propia isla de La Palma”,  se añade la nota, que producían campanas entre otros múltiples útiles. El grabado del nombre del barco y la fecha son motivos que llevan a este experto a inclinarse porque la campana de La Verdad fuese encargada a un fabricante de las islas. También le ha llamado la atención la sobriedad de su decoración, formada por líneas horizontales en su falda y en el tercio superior.

Un caso único en Canarias

José Lorenzo Chinea, se apunta en la nota, reconoce que no ha encontrado en sus diez años de investigación sobre las campanas de las islas occidentales ninguna otra que tenga características similares a la que se muestra en el Museo Naval de Santa Cruz de La Palma. Sí que hay campanas de origen naval que se han reutilizado, uno de los casos más singulares es de la propia isla de La Palma, concretamente del municipio de Tijarafe. Una de las campanas de la Iglesia de La Candelaria, específicamente la esquila que remata la espadaña perteneció a una de las embarcaciones que el pirata británico Samuel Bellamy llevó en uno de sus barcos en el siglo XVIII.

Este investigador conoció la existencia de la campana de La Verdad por la prensa y quedó prendado de la historia del instrumento, por lo que desde hace un año, uno de los objetivos en su estudio sobre las campanas de las islas occidentales era conocerla de primera mano. Confiesa que le ha sorprendido tanto su buen estado de conservación, pero aún más la amplitud de su sonoridad, que atribuye a que la aleación con que se fabricó “es buenísima”.

Máxime teniendo  en cuenta que es una campana de tamaño más bien pequeño y que es precisamente el diámetro inferior el que tiene una influencia directa sobre la sonoridad. Por ello, José Lorenzo Chinea considera que esta campana es un instrumento excelente, al estimar que en mar abierto su sonido debía propagarse con facilidad y amplitud. A fin de cuentas, continúa, este tipo de campanas tenían una función útil, que en determinados casos podía ser vital para avisar en situaciones de riesgo, además de servir sus toques para la vida a bordo.

Los repiques de La Bajada

José Lorenzo Chinea centra actualmente sus principales esfuerzos en recopilar los repiques o toques tradicionales de las campanas, para que no se pierda este patrimonio inmaterial. Especialmente porque con la implantación de martillos eléctricos en los campanarios, no sólo se han ido perdiendo los toques tradicionales, sino que además las campanas se deterioran más rápidamente.

De hecho, en la isla de La Palma ha trabajado en los repiques de La Bajada, para recuperar los toques que las iglesias de Santa Cruz de La Palma daban a la Patrona en las fiestas lustrales. Su objetivo es repetir el recibimiento a la Virgen con el mismo repique que se daba en 1945, del cual se ha obtenido información por diversas fuentes que permiten su reproducción.

Para la próxima bajada, en el 2020, su ilusión es repetir la experiencia del año 2015 cuando ya se organizó un repique general. Para la Bajada del 2020, el propósito es que este repique de las campanas se traslade al viernes de la Semana Grande, para que no se solape con la Danza de Los Enanos del jueves.

Hasta entonces, concluye la nota, la campana de La Verdad continuará recibiendo desde su puesto de honor en la sala principal del Museo Naval a todas las personas que lo visitan y dejando su peculiar sonido, como un cantarín Ah de la nave en el que se resume gran parte de las más bellas páginas de la historia naval de Canarias.

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