La dirección del PSC se divide sobre si pactar con CiU en los Ayuntamientos
BARCELONA, 4 (EUROPA PRESS)
El PSC está dividido ante la conveniencia de alcanzar acuerdos con CiU tras la debacle que experimentó el partido en las elecciones del 22 de mayo, cuando cosechó el peor resultado de su historia en unas municipales.
Según han confirmado a Europa Press varias fuentes del PSC, hay un gran malestar entre sectores del partido por la apuesta que hacen varios miembros de la dirección por tratar de alcanzar acuerdos con CiU para mantener parcelas de poder tras perder feudos emblemáticos como el Ayuntamiento de la capital catalana y la Diputación de Barcelona.
No hay acuerdo sobre si lo que debe hacer el partido es una oposición beligerante a CiU marcando su perfil más izquierdista, o bien tratar de alcanzar acuerdos sobre todo en una de las joyas de la corona conquistadas por la federación: la Diputación de Barcelona, que gestiona un presupuesto consolidado de 662 millones.
Escasos dirigentes del PSC se han posicionado abiertamente sobre este tema y de los pocos que lo ha hecho es el alcalde de Granollers, Josep Mayoral, que en el 22-M logró revalidar su mayoría absoluta.
A juicio del edil, en la Diputación “un camino interesante sería un pacto entre CiU y PSC” porque favorecería al municipalismo, sobre todo en momentos de “dificultades”, aunque ha descartado posicionarse sobre la presidencia de la institución.
Otra de las posibilidades que se baraja en la Diputación es un eventual tripartito de CiU, PSC y PP.
Los socialistas en la ciudad de Barcelona también están divididos sobre la conveniencia o no de pactar con CiU para conservar pequeñas parcelas de poder: la defienden abiertamente los negociadores del traspaso de poderes, Jordi William Carnes y Assumpta Escarp, pero la federación socialista barcelonesa se opone a ello, siguiendo la línea oficial trazada por Jordi Hereu y Carles Martí.
Desde el PSC de Barcelona, han advertido que la federación decidirá ella misma y sin injerencias sus pactos, aunque por ahora no quiere hacerle el favor a los convergentes de evitarle un pacto con el PP, rechazando así el ofrecimiento de Trias de ofrecer al PSC las concejalías ejecutivas de los cinco distritos en los que los socialistas fueron los más votados el 22-M.
RELACIONES CON EL PSOE
Las relaciones con el PSOE son otro factor que genera debate aunque, tras el 22-M, desde la dirección del partido se ha admitido que debe haber cambios.
Así, hace una semana, el viceprimer secretario y portavoz del partido, Miquel Iceta, incluyó en su decálogo de propuestas para renovar el partido en la que abogaba por un grupo parlamentario “federal de todos los socialistas” en el Congreso, aunque en aquellas cuestiones de importancia “trascendental para Cataluña que no hayan podido ser acordadas previamente”, abría la puerta a que los diputados del PSC votasen de forma distinta a los del PSOE.
Según varias fuentes del partido, este paso lo ven como un intento de Iceta de abogar por una renovación dentro de unos determinados límites, y sitúan al portavoz del partido como sucesor de José Montilla al frente de la primera ejecutiva del PSC, liderando una ejecutiva con nuevas caras procedentes de la denominada 'Generación Blackberry', como se denominan a valores en alza durante los últimos tiempos de entre 30 y 40 años.
Esta apuesta por un mayor perfil del PSC en las Cortes es insuficiente para sectores del partido, que reivindican un grupo propio a parte del PSOE.
De hecho, esta es una de las tesis para renovar el partido que incluye 'Nou Cicle', colectivo de militantes del PSC agrupados alrededor de la figura del ex primer secretario y eurodiputado Raimon Obiols, que hace seis meses, tras los malos resultados en las autonómicas de noviembre, ya se adelantó al debate precongresual y propuso una gran alianza de los partidos progresistas, como 'El Olivo' italiano aunque a la catalana.
Mientras tanto, las redes sociales son un hervidero de propuestas y manifiestos sobre cómo debe ser el PSC en el futuro, y ya existen varias plataformas de debate: 'Més PSC' y 'Congrés des de Baix'.
También se ha sumado a la discusión el manifiesto 'Por un nuevo socialismo catalán' que propone un giro a la izquierda, y firman entre otros, históricos del PSC de Barcelona como Joan Ferran o Francesc Narváez, y la histórica corriente 'Izquierda Socialista', que rechaza el grupo propio.