Ibarretxe reconoce ante el juez varias reuniones con Batasuna
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, concluyó su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) a las 10.50 horas, después de testificar durante algo menos de hora y media sobre la reunión que mantuvo con Batasuna el pasado 19 de abril.
A la salida del Palacio de Justicia de Bilbao, esperaban al lehendakari fuera del edificio su esposa, Begoña Arregi; los diputados generales de Vizcaya y Guipúzcoa, José Luis Bilbao y Joxe Joan González de Txabarri, respectivamente; y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, entre otros dirigentes políticos.
Además, varios centenares de personas han permanecido ante la sede judicial durante la declaración de Ibarretxe.
Ampliación de la querella
Por su parte, el Foro de Ermua ampliará la querella contra el lehendakari después de que Ibarretxe reconociera este miércoles que se había reunido con Batasuna en varias ocasiones, tras el primer encuentro del 19 de abril de 2006 por el que se abrió la causa penal.
El abogado de dicho colectivo, Fernando García Capelo, anunció la ampliación de la querella en declaraciones a los medios de comunicación, a los que convocó en un hotel tras abandonar el Palacio de Justicia de Bilbao junto a varios miembros de la Asociación Dignidad y Justicia y el representante de la Junta directiva del Foro Ermua Antonio Aguirre, entre insultos por parte de quienes aguardaban allí apoyando al lehendakari.
El letrado relató que, durante su declaración, Juan José Ibarretxe respondió a las preguntas del magistrado instructor y de la fiscalía, pero se negó a contestar a las del Foro Ermua, “con lo que deja muy en entredicho -afirmó- su voluntad de diálogo con todos”.
Detalló que el lehendakari dijo “tener la obligación de mantener encuentros con todas las sensibilidades políticas, incluida Batasuna o la izquierda abertzale” y lamentó que, a su juicio, “sea mejor dialogar con Batasuna que con asociaciones cívicas que jamás hemos utilizado al violencia”.
García Capelo dijo que Ibarretxe “ha reconocido que se ha reunido con Batasuna el pasado 19 de abril y también en otras ocasiones con posterioridad, por lo que ampliaremos -señaló- la querella que tenemos presentada contra el lehendakari y contra los representantes de Batasuna”.
Además, añadió, que el lehendakari dijo conocer la sentencia del Supremo que prohíbe toda actividad de Batasuna y, por tanto, el abogado concluyó: “creemos que desde un punto de vista jurídico la comisión del delito es bastante clara”.
El letrado explicó también que Ibarretxe justificó que detrás de las reuniones con Batasuna “estaba su intención de buscar la paz y conseguir una solución a lo que llama conflicto vasco”.
Momentos de tensión a la entrada y salida
García Capelo y sus acompañantes provocaron momentos de tensión tanto a su entrada al tribunal como a la salida ya que, cuando se encontraban dentro de la zona acordonada por la Ertzaintza frente a la escalinata de acceso, el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero -hijo del fiscal Luis Portero, asesinado por ETA-, increpó a los centenares de militantes del PNV que aguardaban la llegada de Ibarretxe.
Además, Portero exhibió una camiseta donde bajo una bandera española se leía A por el 18/98 y más. Asociación Dignidad y Justicia.
Mientras tanto, Aguirre, quien se presentó como miembro del PSE-EE aunque en su partido se haya abierto un expediente por querellarse también contra su secretario general, Patxi López, hizo su entrada al Palacio de Justicia con el puño derecho en alto.
A la salida, volvieron a repetirse los momentos de tensión y quienes habían acudido a la concentración en apoyo al lehendakari llamaron “fascistas” a los miembros del Foro Ermua y la asociación Dignidad y Justicia, e incluso algunos ertzainas tuvieron que protegerles de algunas personas que, molestas con sus gestos “y sus provocaciones”, según aseguraron, quisieron golpearles con los paraguas.
El abogado del Foro Ermua restó importancia a esos incidentes y denunció que “el Gobierno vasco, un poder Ejecutivo, lleve un acto público” de apoyo a Ibarretxe, “a la puerta de un juzgado”, lo que supone, a su entender, “una extralimitación de poderes”.