Supuesto uso indebido del censo del PSOE en Madrid
La precampaña por las primarias socialistas en Madrid llega a su ecuador y lo hace con críticas constantes desde los dos bandos en liza por el supuesto uso indebido de los censos de militantes, claves para ponerse en contacto y convencer a los votantes citados el 3 de octubre.
Oficialmente, no se ha entregado el censo a ninguno de los precandidatos, y por lo tanto, nadie debería tenerlo porque es un documento protegido por la Ley de Protección de Datos, lo que aboca a los aspirantes a contactar con los militantes sólo a través de conocidos y la movilización de aquellos que se unen a las plataformas de apoyo.
Sin embargo, los de Jiménez sospechan de que los secretarios generales de las agrupaciones que apoyan a Gómez (111 de 146), les han facilitado los datos al ex alcalde Parla, mientras que los del secretario general del PSM ven situaciones confusas que llevan a pensar en que la “candidata del aparato” ha sido favorecida con el censo oficial.
Direcciones diferentes
Los primeros en poner en tela de juicio la transparencia del proceso han sido los afines al secretario general del PSM, Tomás Gómez, que han detectado que personas desconocidas para los afiliados están haciendo llamadas para pedir el voto para la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez.
Asimismo, muestran invitaciones que han recibido diferentes afiliados para los actos de la aspirante Jiménez a direcciones diferentes a las que tienen en las agrupaciones, coincidiendo con las que aparecen en el censo en poder de Ferraz.
Es el caso de un militante de Chamberí, que responde a las iniciales de Álvaro G.L., quien ha señalado a Europa Press que la tarjeta de grandes dimensiones con la que le citaron esta misma semana le llegó “con matasellos de Fuenlabrada y tarifa acordada, es decir, sin sello, y enviado por vía de urgencia” un día antes de que se celebrase el acto de Jiménez.
La tarjeta venía dentro de un sobre impreso con el nombre del destinatario, una opción más cara que la de las pegatinas individuales con las direcciones de los militantes, remachan los de Gómez, que destacan que ellos convocan vía e-mail, carteles en la agrupación, llamadas de conocidos y boca a boca.
Este militante advierte de que la cartulina, igual que ocurre periódicamente con la revista 'El socialista', le llegó a su antigua dirección, en la que no reside habitualmente desde hace cinco años. “Esa dirección antigua está en los censos que tiene Ferraz mientras que mi dirección actual está recogida en el que tiene la agrupación de Chamberí”, ha asegurado.
Desde el entorno de la ministra niegan la mayor, tanto el elevado coste de los envíos, como el uso irregular de los datos. Aseguran que todos los materiales empleados para la campaña se ponen “a escote” y salen de sus bolsillos. De hecho una de las últimas novedades ha sido la puesta a la venta de unos bonos por diez euros, en forma de marcapáginas, para recaudar dinero.
Sobre esta cuestión, el entorno de la ministra asegura que la impresión de los tarjetones “no supone un gran coste” ya que se hacen “tiradas pequeñas, de 100 ó 200” al no disponer de todas las direcciones de la militancia.
En cuanto al supuesto uso indebido del listado de militantes, las mismas fuentes han puesto en duda el caso del afiliado de Chamberí ya que el censo original lo tiene Ferraz aunque explican que cada cierto tiempo se remite a las agrupaciones. Eso implicaría que cualquier cambio en él, como un nuevo domicilio, aparecería en primer lugar en el de Ferraz, que posteriormente sería transmitido a las agrupaciones locales.
Asimismo, desde la plataforma de apoyo a Jiménez han argumentado que es una opción alternativa a la que han recurrido después de que “determinados” secretarios generales, aunque sin señalar cuáles, habrían podido poner impedimentos a la hora de anunciar las convocatorias de alguno de los dos precandidatos.
Otro supuesto uso indebido
Por su parte, desde el entorno de Jiménez se apunta al supuesto uso fraudulento del censo en la agrupación de Carabanchel, cuyo secretario general es el concejal Gabriel Calles, afín a Gómez. El edil ha negado rotundamente a Europa Press que haya utilizado el censo para enviar a la militancia cartas, con membrete institucional, sino que lo que hizo fue informar (con la relación de direcciones de la agrupación) de los asuntos del PSM, como suele hacer habitualmente; en este caso, de las primarias.
En las misivas, como han denunciado los de Jiménez, explicaba por qué firmó el manifiesto a favor del secretario general del PSM. Calles ha argumentado que dicho censo “no lo tiene el secretario general (de la agrupación), sino el secretario de organización”. Así, el concejal ha relatado que en agosto envió una serie de cartas, como hace normalmente, “con los puntos de vista de la Ejecutiva Federal, Regional y con temas relacionados con el distrito”, a lo que suma los “resúmenes con las cuestiones abordadas en el Pleno” como portavoz socialista de Carabanchel en el Ayuntamiento.
Dichos envíos no se destinan únicamente a la militancia “sino también a las entidades con representación social del distrito”. En este sentido, Calles ha sostenido que envió en agosto una circular -“dentro de la normalidad democrática”- en la que explicaba el proceso de primarias y por qué había firmado el manifiesto de apoyo a Tomás Gómez.
El edil ha señalado que no entiende cómo una parte del partido pretende que con las primarias se paralice la actividad política normal del PSOE ya que eso, junto con las acusaciones de uso indebido del censo, sólo hace daño a la organización “y al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero”.