“Ahora ya no nos vamos a callar ante injusticias que pongan en desventaja a Guía”

El alcalde de Guía, Pedro Rodríguez. Foto: Alejandro Ramos.

Alicia Justo

Las Palmas de Gran Canaria —

El alcalde de Guía, Pedro Rodríguez, que hasta marzo era el único regidor de Coalición Canaria (CC) en Gran Canaria, decidió desvincularse de la formación “por el cambio de rumbo” que estaban tomando los nacionalistas. Aun así, Rodríguez, que formó un nuevo partido, Juntos por Guía, y se alió con Nueva Canarias (NC), obtuvo en los comicios municipales nueve concejales que le otorgaron la mayoría absoluta para los próximos cuatro años. La legislatura venidera estará marcada por dos líneas básicas que convergen en una prioridad: la transformación de Guía con la apertura del mercado agrícola comarcal y la construcción de la Universidad Fernando Pessoa.

¿Qué líneas contiene el programa de gobierno que está diseñando tu equipo?

Hay unas líneas fundamentales. Desde el punto de vista económico, hay que seguir disminuyendo la deuda municipal, a través de la contención del gasto y cumpliendo los parámetros que dicta la ley, y por la cual si no cumples, nos veríamos obligados a hacer planes de ajuste. Esto tendría consecuencias en los servicios que prestamos y que no son competencia nuestra, como la escuela de música, la empresa pública de deporte o los servicios sociales especializados. Ese plan de ajuste elevaría los ingresos y subiría los impuestos a los ciudadanos para cubrir los gastos.

Por otra parte, se encuentra el apoyo al sector primario. Tenemos que buscar financiación para la realización del mercado agrícola comarcal que va a ser un elemento de dinamización económica para la comarca. Este proyecto creará empleo, y no solo dinamizará nuestro municipio, sino toda la comarca del norte, ya que el mercado está emplazado entre Guía, Gáldar y Agaete. Este establecimiento, venderá productos frescos de la zona y tendrá unos 80 puestos de trabajo.

Asimismo, pretendemos transformar Guía en una ciudad universitaria. Hay una inversión privada que va a construir la Universidad Fernando Pessoa en el municipio (institución que tendrá entre tres mil y cuatro mil alumnos). Esto generará no solo puestos de trabajo directos con profesores de universidad, sino, además, indirectos para atender a los universitarios.

Por otro lado, desde el punto de vista de planeamiento intentaremos tramitar los planes de reforma interiores, tanto en La Atalaya y Becerril, y también en todo el casco histórico. Y además, debemos mantener las infraestructuras que ya tenemos.

¿Cómo está avanzando el mercado agrícola?

El mercado agrícola es un proyecto que impulsa el Ayuntamiento de Guía. Ya tenemos invertido cinco millones de euros y estamos a falta de uno aproximadamente; y espero contar para lo que falta con el apoyo del Cabildo de Gran Canaria. El presidente de la Mancomunidad ya le ha transmitido al presidente del Gobierno insular la necesidad de acabarlo porque es un mercado que no solo es beneficioso para Guía, sino que será comarcal y, donde el sector primario se verá identificado.

También espero que el Gobierno de Canarias sea sensible y en los próximos presupuestos ponga una partida económica. Esto se lo trasladaré al consejero de Agricultura del Gobierno. Y si el Gobierno no lo pone, por mi condición de diputado, mi grupo, NC, pondrá una enmienda a los presupuestos para buscar financiación.

¿Cuáles han sido las primeras medidas que has tomado como alcalde?

Han sido de continuidad. La primera medida ha sido organizar al Ayuntamiento, establecer unas áreas y delegar algunas a determinados concejales y, además, establecer el programa de gobierno.

¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta el equipo de gobierno?

Que Guía se transforme en ciudad universitaria y la apertura del mercado agrícola. Estos dos retos pueden crear empleo y dinamizar el municipio. Y sin olvidar otros aspectos relacionados con el cumplimiento de la ley.

¿Cómo encara Guía esta legislatura desde el punto de vista de los servicios sociales?

En Guía hemos pasado entre 2011 y 2012 de tener 12.000 euros a 180.000 euros en los presupuestos municipales para los servicios sociales. En estos momentos tenemos recursos suficientes para cubrir las necesidades básicas de nuestros vecinos, desde los alquileres, pagos de hipotecas, agua, luz o comida. Por lo tanto, tenemos recursos suficientes para las ayudas de emergencia y también para seguir potenciando los diferentes áreas, como las residencias de mayores, el centro de día de mayores, el ocupacional, el servicio de ayuda a domicilio, el de la familia y el menor y el de violencia de género.

¿En los últimos cuatro años el Cabildo insular ha desatendido a los municipios del norte?

A mí me gusta ser honrado. En el último mandato se eliminó el plan del norte y se crearon unos planes de embellecimeinto, los cuales aplicamos en Guía al mercado, destinando el dinero a su ejecución. Luego, hubo consejerías en el Cabildo que no apoyaron nada a nuestro municipio, como la de Agricultura que no puso un euro en los cuatro años. Aunque también hubo otras consejerías, como la de Obras Públicas que sí colaboraron. Además, el presidente del Cabildo también nos dio para el mercado.

En esta nueva era en el Gobierno de la isla, ¿cómo cree que transcurrirán los próximos cuatro años?

Yo creo que Morales con sus primeros pasos ya ha dado su primera visión de cómo va a trabajar. Con el plan de choque contra la pobreza ya ha demostrado que lo que le importan son las personas. Por otra parte, también ha anunciado que va a recuperar el plan del norte, lo que es una buena noticia para los municipios de esta zona. En este sentido, yo no digo que no se mantengan otros planes de la isla, pero sí que el norte necesita un plan.

¿Bajo qué principios se asienta Juntos por Guía?

Nuestra prioridad son los intereses de Guía. Muchas veces cuando uno está en una organización de ámbito nacional, tienes que callarte, porque debes ser leal con el proyecto al que perteneces y, a veces, no interesan algunos asuntos. Sin embargo, nosotros ahora tenemos la libertad para hablar alto y claro y tener como prioridad los intereses de Guía. Nosotros no nos vamos a callar ante injusticias, ni ante situaciones que pongan a Guía en desventaja con el resto de municipios de Gran Canaria o de Canarias. Y en este momento, menos aun nos callaremos porque yo también tengo voz en el Parlamento de Canarias, soy miembro de varias comisiones y también formo parte de un grupo parlamentario que puede presentar iniciativas para defender los intereses de Gran Canaria y de Guía.

¿Qué razones le llevaron a desvincularse de CC?

En primer lugar, nosotros hicimos un análisis y vimos que había un cambio de rumbo –algo que creo que también se está notando en este momento- de nuestra forma de pensar como nacionalistas progresistas. Cuando se decía que todo se iba a hacer desde las bases hacia arriba, nosotros empezamos a enterarnos de las noticias por los periódicos, de modo que a las bases nunca nos llamaban. A lo largo de esos cuatro años hubo una falta de consideración con nosotros, con la organización de Guía y, por eso, pensando en los intereses del municipio, decidimos irnos de ahí.

¿Tuvo que guardar silencio ante CC?

Sí. Hubo temas como el caso del mercado en el que lo máximo que pude conseguir fueron 100.000 euros al año y casi de favor, a través de enmiendas parlamentarias porque no había una apuesta firme. Fuimos financiados por promoción económica de la Consejería de Hacienda, ni siquiera por la de Agricultura. Bravo de laguna, no siendo de mi partido, creyó más en el proyecto que el Gobierno de Canarias. También estaba la rehabilitación del paseo marítimo de San Felipe, para el cual había dinero en el Cabildo pero que necesitaba la autorización del Gobierno regional. Finalmente no se hizo, pero en esta legislatura, primero hablaremos con el consejero y si esta vez no cumple, alzaré la voz en el Parlamento de Canarias.

¿Se sintió decepcionado?

Todo el mal con CC viene a raíz del congreso insular del partido en 2012, cuando nosotros abandonamos la convención porque no se permitió votar a la dirección que se presentaba a mano alzada. Después de ese congreso, los problemas se llevaron al terreno personal y se me puso una cruz. Ya está uno pasándolo mal por la crisis, como para estar en una organización donde ni te respetan ni cuentan contigo, siendo yo el único alcalde de CC en la isla.

Nosotros pensábamos en ese momento que CC necesitaba un mensaje ilusionante porque estaba perdiendo electorado, y creíamos que aquella no era la fórmula. Pero ellos decidieron y no nos dejaron expresar a mano alzada; quisieron que se hiciera en secreto para no saber de dónde venían los votos en contra. Y la historia terminó abandonando el proyecto.

Ya poco me importa, aunque en su momento fue doloroso.

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