2009, el año en el que la crisis tocará su fondo para los canarios
Casi nadie la previó y quien lo hizo tuvo que soportar el sambenito de agorero, pero ahora parece que todo el mundo tiene su estimación particular de cuándo la crisis económica será más fuerte. De los múltiples augurios de expertos de toda índole se desprende que 2009 será el año en el que la crisis tocará su fondo, pero, por ende, será también el año en el que, según los más optimistas, empiecen a notarse síntomas de recuperación.
Canarias cierra el año 2008 con 200.000 parados, bajo nivel de consumo e inversión, el sector de la construcción e inmobiliario derrumbado y en el horizonte un resentimiento del turismo. Entre los principales afectados están los ciudadanos, que engrosan las filas del paro en todo el mundo y especialmente los más desfavorecidos, los más vulnerables a cualquier vaivén económico.
Precisamente los ciudadanos son los que, con sus impuestos, están pagando los agujeros que la codicia ha abierto en los calcetines del sistema financiero, tal y como han reconocido importantes figuras económicas como el presidente del BBVA, Francisco González o Ángel Laborda, director del Gabinete de Coyuntura y Estadística de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas).
Retos
El Gobierno canario empezaba la legislatura con una promesa que tuvo que recular ante la evidencia: el pleno empleo para 2011. El consejero del ramo, Jorge Rodríguez, ha reconocido que la prioridad ahora es atajar la gotera de desempleados que la crisis ha provocado.
Ese será sin duda el principal reto para 2009 del Gobierno canario (y de todos los gobiernos) que se agarrará a la polémica Estrategia de Empleo para ello. Polémica porque el presidente canario, Paulino Rivero, se ha empeñado en repetir que lo que se pretende es dar trabajo “a la gente de aquí”, algo confuso en tanto la “gente de aquí” es toda aquella que tiene su residencia en Canarias.
Recuperar la confianza de los banqueros, que intentan colarse basura financiera sin que el otro se dé cuenta, será harto complicado y es algo que no compete al Gobierno canario. Sin embargo, esta desconfianza ralentizará mucho la recuperación económica, ya que sin crédito, no hay proyectos.
También será complicado recuperar la confianza de los consumidores, ya que los precios no se comportan a la baja y los ingresos se han visto mermados por el paro. Además, la pobreza relativa aumenta y cada vez son más las familias canarias que no llegan a final de mes.
Lo que sí será competencia del Ejecutivo de Paulino Rivero será optimizar la recaudación para mejorar los mermados ingresos gubernamentales, aligerar la carga burocrática para favorecer la creación de empresas y aumentar los niveles de licitación e inversión pública.
Problemas sociales
La crisis económica ha desviado la atención de los problemas con los que se arrancaron la legislatura. Entre ellos está el problema de la inmigración. Aunque cada vez llegan menos inmigrantes por mar en cayucos y pateras (los que entran por aeropuertos, puertos y fronteras no están contabilizados) han aumentado las muertes y la llegada de menores. En cuanto a esto último se ha dado un paso adelante con el compromiso escrito del Gobierno español de ayudar en la tutela de los menores inmigrantes no acompañados.
El conflicto de la Consejería de Educación con los docentes no universitarios por su Homologación con el resto de funcionarios de la misma categoría, después de meses de mucha crudeza, parece que se ha calmado, aunque los sindicatos han dejado clara su intención de continuar con las presiones.
La violencia será otro de los problemas a erradicar, después de un final de año especialmente violento, con las muertes de varias mujeres a manos de sus compañeros sentimentales o el asesinato a patadas de un joven en la capital grancanaria.
Individualismo
Todos los datos apuntan al pesimismo y el pesimismo no hace más que aumentar los malos datos. Dicen que en chino la palabra crisis incluye una acepción que la compara con oportunidad, por lo que habrá que aprovechar la situación para hacer cambios profundos, en lo económico pero sobre todo en cada uno, cambiando la fiebre individualista que ha imperado en los últimos años y en la que se encuentra quizás, la verdadera razón del