Coalición Canaria ampara la estrategia de la patronal turística de poner contra las cuerdas a la Consejería de Turismo

El Parlamento de Canarias tendrá que habilitar alguno de los últimos días del mes de agosto para dar cobijo en una de sus salas al presidente de la patronal turística tinerfeña, Ashotel, Jorge Marichal, después de que Coalición Canaria haya amparado ante el presidente de la Cámara su petición de comparecer ante la Comisión de Turismo para abordar la crisis que vive el sector como consecuencia de la accidentada desescalada y algunas decisiones de algunos países emisores de visitantes de restringir o desaconsejar los viajes a las Islas. Marichal pidió públicamente el martes su comparecencia en un gesto que se divulgó sobre las 15:30 horas al que siguió a primerísima hora de la mañana del miércoles un escrito del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario (Coalición Canaria) pidiendo a la Mesa de la Cámara la habilitación de agosto para la convocatoria de una comisión de Educación y de otra de Turismo. En esta última petición se incluyó directamente la petición de comparecencia de Jorge Marichal, por si había alguna duda.

Esta comparecencia viene con carga de profundidad. Porque si bien es cierto que el sector turístico atraviesa momentos de incertidumbre que están requiriendo medidas políticas de calado, tanto desde el Gobierno de España como desde el de Canarias, también lo es que se trata de una coyuntura que se viene vislumbrando desde hace semanas y que no reviste la urgencia para celebrar una reunión no decisoria en el Parlamento a escasos días de que se abra el nuevo periodo de sesiones, en el mes de septiembre. Porque la fecha fijada la tarde de este miércoles por la Mesa del Parlamento ha sido la del día 31 de agosto para esa sesión.

La estrategia de Marichal y de Coalición Canaria va a colocar contra las cuerdas a la Consejería de Turismo del Gobierno regional, el emblema de la Agrupación Socialista Gomera, uno de los socios más influyentes del pacto que sostiene en estos momentos al ejecutivo de Ángel Víctor Torres. El presidente de esa comisión es Jesús Ramos Chinea, de ese mismo partido de Curbelo, y la consejera, Yaiza Castilla, una de las líderes de la formación y persona de la máxima confianza del líder indiscutible en la isla, que acaba de recuperar la alcaldía de Valle Gran Rey mediante una moción de censura que ha colocado al frente de la Corporación a un antiguo dirigente local de Coalición Canaria, a punto de pasarse al partido de Curbelo previo un paso fugaz por Nueva Canarias.

Valle Gran Rey también enlaza con esta estrategia de agosto por la presencia en ese municipio de fuertes intereses turísticos de Agustín Marichal, presidente del PSOE de Arona (Tenerife) y padre del presidente de la patronal hotelera de la provincia, Jorge Marichal, el peticionario de esa comparecencia ante la Comisión de Turismo. Marichal padre y Casimiro Curbelo mantienen una agria polémica que viene de viejo, de cuando ambos compartían militancia socialista, y siempre por disputas sobre intereses urbanísticos.

Ambos se han lanzado mutuamente improperios públicos y privados, unos anónimos y otros a voz en grito, y ha sido el conflicto político que ha estallado tras el estado de alarma en el municipio turístico de Arona el que ha vuelto a reavivar el fuego. Y de nuevo por la perversa mezcla entre la política y el urbanismo, entre el poder y los negocios. 

Coalición Canaria puede haber escogido bando sin pretenderlo. Con el fin de dañar la imagen del Gobierno regional y abrirle una brecha en su espacio favorito, el de los intereses empresariales, ha emprendido a su vez un peligroso juego que colocaría a la formación que dirige de facto Fernando Clavijo frente a Casimiro Curbelo, el socio siempre ansiado con el que contar para una cada vez más hipotética moción de censura que acabara con el pacto de las flores y devolviera el poder a los nacionalistas por la vía de hacer presidenta de la Comunidad Autónoma a Australia Navarro. Con la bendición de la cúpula de su partido, que no ve con malos ojos tener en una presidenta florero en la ultraperiferia y ceder todo el aparato gubernamental a Coalición Canaria con tal de poner una chincheta azul en el mapa de España.