Condenados a 96 años de cárcel 3 patrones de patera que naufragó en Lanzarote y causó la muerte a 25 inmigrantes

Deberán indemnizar con 120.000 euros a los familiares de cada víctima

Los acusados no proporcionaron chalecos salvavidas

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 30 (EUROPA PRESS)

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un total de 96 años de cárcel a los tres hombres acusados de patronear desde Marruecos una patera que naufragó en la costa de Los Cocoteros en Teguise (Lanzarote) el 15 de febrero de 2009 y causó la muerte de 25 inmigrantes, de los que nueve eran menores.

En concreto, la Sala condena a Yousef Ftouh, Mohamed Sidi Bahia y Brahim Jbilou a 32 años de prisión para cada uno, siete de ellos por un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y 25 años de prisión por los delitos de homicidio imprudente (a razón de un año por cada uno de los 25 delitos de homicidio imprudentes cometidos).

Asimismo, la sentencia, dada a conocer hoy por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, añade que los acusados deberán indemnizar de forma solidaria y conjunta a cada uno de los familiares directos, más cercanos y perjudicados de 23 de los fallecidos identificados en la cantidad de 120.000 euros por cada uno de las víctimas mortales.

Dicha resolución no es firme, por lo que cabe interponer contra ella recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que habrá de prepararse ante esta Sala en el plazo de cinco días.

TRAGEDIA EN LOS COCOTEROS

La Audiencia declara probado que sobre las 19.30 horas del 15 de febrero de 2009 fue avistada en la costa del municipio de Teguise, a pocos metros de la localidad de Los Cocoteros, una patera en la que se ha podido acreditar que viajaban 31 personas.

La embarcación había zarpado de las costas de Marruecos, en la madrugada del día 13 de febrero de 2009 desde algún punto cercano de la localidad de Guelmin. La patera era patroneada por los acusados Yousef Ftouh y Mohamed Sidi Bahía, ambos de nacionalidad marroquí y en situación irregular en España.

Los dos tenían “la única intención de transportar clandestinamente y a cambio de dinero a personas de nacionalidad marroquí hasta las costas españolas infringiendo la legislación de extranjería relativa a la entada y establecimiento en España, valiéndose de sus conocimientos de navegación”.

UNO DE LOS PATRONES VIAJÓ EN OTRA PATERA

Igualmente, apunta que con el mismo propósito actuó el procesado Brahim Jbilou, también de nacionalidad marroquí, quien, como supuesto organizador del viaje en Marruecos, presuntamente cobró las distintas cantidades que pagaron los inmigrantes, estableció el día de salida, así como todo lo relativo al agrupamiento, alojamiento y transporte de los extranjeros en Marruecos para su posterior embarque en la patera a la que ayudó a zarpar.

Sin embargo, el acusado Brahim Jbilou no embarcó ese día, sino que lo hizo posteriormente en otra patera que emprendió viaje a las costas españolas el 20 de junio de 2009 y fue detenido por este motivo en el mes de julio de 2009, por lo que se sigue otra causa judicial por este hecho contra este acusado.

De los 31 pasajeros que iban en la patera había ocho menores: una niña de ocho años, otro menor de 13 años, tres de 15 años y otros tres de 16 años.

ZONA ABRUPTA Y CON ROCAS

Cuando se aproximaban a la costa en la pequeña embarcación de unos seis metros de eslora, empleada fundamentalmente en las costas marroquíes para la pesca de bajura y totalmente inadecuada para el transporte de personas en una travesía a través del Óceano Atlántico, Mohamed Sidi, que desconocía la costa, dijo a los inmigrantes que fueran todos hacia atrás y él fue a proa.

Yousef cogió el motor esperando las indicaciones del Mohamed Sidi que le decía “tira”, contestándole Yousef que no podía tirar por allí porque era muy peligroso, dado que se trataba de una localización abrupta y con rocas, pero Mohamed le decía que tirara, que iban bien.

Yousef le hizo caso a Mohamed Sidi y al acercarse más a la costa, la patera se subió en una roca, y al subirse se quedó la proa levantada y la popa con el peso de la gente, más baja; se subió a la roca la primera mitad de la embarcación, y la segunda mitad, es decir, del centro hacia la popa que es donde estaba la gente, se sumergió en el agua, pues en ese momento una ola llenó la barca de agua.

TODOS EN PIE CHILLANDO

Todo el mundo se puso de pie chillando con mucha confusión y ahí se dio la vuelta la embarcación siendo arrastrada mar adentro.

Los acusados no proporcionaron a ninguno de los inmigrantes chalecos salvavidas, siendo únicamente Lahbib Nasiri el que disponía de uno de ellos porque lo había conseguido él mismo antes de partir.

El transporte lo fue en condiciones inhumanas, los inmigrantes viajaban hacinados, unos en las tablas que atravesaban perpendicularmente la barca y otros en el suelo, pasando a lo largo de la travesía mucho frío y miedo. El único instrumento del que los dos patrones disponían para la navegación era una brújula.

Como consecuencia de ello, fallecieron 25 personas. De las personas que perdieron la vida en el trágico accidente, no ha sido posible la identificación de dos mujeres, y de los 23 fallecidos restantes se ha acreditado que al menos nueve eran menores de edad al ocurrir los hechos.

Todos los fallecimientos se produjeron por muertes violentas por causa de asfixia de sumersión en agua salada, siendo el mecanismo de la muerte anoxia de centros vitales, según los informes forenses.

Lograron salvar la vida, los patrones de la embarcación y acusados Yousef Ftouh y Mohamed Sidi Bahía, así como un hombre que llevaba chaleco salvavidas y otro inmigrante, que tras prestar varias veces declaración, fueron expulsados, al igual que otro hombre, todos ellos trasladados al hospital, y un cuarto varón, que resultó ileso, prestando estos dos últimos declaración como testigos en el acto de la vista oral.

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