El PSC augura despidos en el Ayuntamiento de LPGC
El portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Sebastián Franquis, ha dicho este lunes que el Plan de Ajuste aprobado por el Pleno del Ayuntamiento, que pretende recortar 16 millones de euros para 2013, es “un panfleto poco riguroso y mediocre”.
Para Franquis, el documento es “poco transparente, con una ridícula memoria de muy bajo nivel, en la que no se detallan ninguna de las medidas a adoptar, e intenta esconder la mala gestión de Cardona, que obliga a endeudar al Ayuntamiento en más de 17 millones de euros en los próximos 10 años”.
De las medidas contenidas en el citado Plan se desprende, según Franquis, que “habrá despidos de trabajadores al reducirse en 3,6 millones los gastos de personal, y se eliminarán servicios públicos municipales, al preverse un recorte de 11,7 millones en gastos corrientes en el 2013”.
Para Franquis, el Plan de Ajuste capitalino es “una medida innecesaria por la solvencia del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, uno de los menos endeudados de España”. “El 72% de la deuda que se va a pagar corresponde al año 2011; sin embargo, con el remanente de tesorería de dicho año (de 54,2 millones) hubiera sido suficiente para ponerse al día con los proveedores”, señala.
“De hecho -continúa Franquis- de los más de 8.600 Ayuntamientos de España, sólo se han acogido a los planes de ajustes 4.622, pues el interés de los préstamos se situará en el entorno del 6%”.
Franquis ve en los planes de ajuste “un gran negocio para los bancos con el pretexto de los proveedores”. “El negocio de estos planes de ajuste lo harán la banca y los especuladores financieros, que obtienen el dinero del Banco Central Europeo al 1% y conceden los créditos al seis, siendo los servicios públicos esenciales y los ciudadanos los principales perjudicados. Por tanto, se trata de mecanismo caro e injusto, lo que ha hecho que muchos Ayuntamientos no se hayan adherido”, asegura.
A partir de ahora tendremos “un Ayuntamiento intervenido por el Ministerio de Hacienda. Se acabó la autonomía municipal, pues Rajoy no se fía de sus alcaldes”, concluye Franquis.
