Atacada con excrementos una sede de Podemos en Gran Canaria: “No nos van a amedrentar”

La sede de Podemos en el municipio de Arucas, en Gran Canaria, ha sido atacada con excrementos de perro, algo que, según ha denunciado este jueves el partido.

El incidente ocurrió este miércoles, tal y como ha denunciado la formación en un comunicado: “En la tarde de ayer 20 de mayo nos hemos encontrado con un nuevo ataque a nuestra sede de Podemos en Arucas que, desgraciadamente, no ha sido el primero”, afirma la nota. “Desde Podemos Arucas queremos reiterar que no nos van a amedrentar, estamos convencidos de que somos muchos más los que creemos en la pluralidad, en la diversidad de opiniones y en la libertad para defender un proyecto. Seguiremos trabajando con más fuerza si cabe por un municipio mejor. También queremos agradecer la pronta atención que hemos recibido de la Policía Local y Guardia Civil de Arucas así como las muestras de apoyo recibidas del alcalde y del PSOE Arucas”, concluye.

Al abrir la puerta de la sede, los miembros del partido violeta notaron también un fuerte olor a gasolina y había una mancha seca en el suelo que cubría todo el ancho del local, según ha dicho Patricia Mendoza, secretaria del Podemos en el municipio, en declaraciones a este periódico. Mendoza dice que no encontraron daños materiales dentro del local y no se ha forzado la entrada. Cree que se vertió el líquido por debajo de la puerta pero asegura que no saben con qué intenciones.

Mendoza dice que este es ya el tercer ataque que sufre la sede de su partido. “Hace unos años, alguien también selló la cerradura con silicona y en otra ocasión alguien ralló una esvástica en el marco de la puerta”, dice.

La secretaria general del partido en Canarias, Noemí Santana, también se ha hecho eco del incidente y lo ha denunciado en sus redes sociales. La también consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, en su perfil de Twitter, indica que si les quieren “amedrentar, no lo van a conseguir”.

Mendoza asegura que no hay sospechosos pero cree que el ataque se debe “a la situación que estamos viviendo a nivel político este fin de semana que se han potenciado los escraches” y lo conecta con otras protestas contra los los miembros del Gobierno central y las caceroladas contra el confinamiento. En los últimos días ha habido escraches en los domicilios de José Luis Ábalos, ministro de Transportes, y de Pablo Iglesias e Irene Montero, vicepresidente de Asuntos Sociales y ministra de Igualdad.