Simula un secuestro en Las Palmas de Gran Canaria para pagar una deuda de juego de 130.000 euros
Un revolver simulado, pelucas y gafas de sol entre el material incautado
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 24 (EUROPA PRESS)
Un hombre ha simulado su propio secuestro en Las Palmas de Gran Canaria para pagar una deuda de juego de 130.000 euros que había contraído en las máquinas tragaperras, según informó este viernes la Jefatura Superior de Policía de Canarias en un comunicado.
De esta manera, sobre las 14.00 horas de este jueves, una llamada alertó al 091 de que en un domicilio ubicado en la calle Domingo J. Navarro, junto al Banco BBVA de la zona de Triana de la capital grancanaria, había una persona secuestrada y que había armas de fuego en el lugar.
En ese instante, funcionarios de la Brigada Provincial de Policía Judicial se dirigieron al lugar, donde se entrevistaron con el jefe de Atención al Ciudadano de la BPSC, que les manifestó que tenían a dos individuos retenidos, al parecer las víctimas, siendo E.N.E. y Pedro A.O.P.
Por su parte, E.N.E.R apoderado-Director de varias empresas de promoción inmobiliaria y jugador asiduo con cierta ludopatía a las máquinas 'tragaperras', había gastado dinero --130.000 euros-- perteneciente a las empresas que dirigía y que tenía que justificar ante los administradores de las mismas.
Para saldar dicha deuda compró en un comercio de la zona de Triana un pantalón, una camisa, una peluca, una careta, una bolsa, una barba, un bote de gomina, unos guantes y un reloj.
A continuación, se dirigió al Banco BBVA, que se encuentra cerca de su oficina, y procedió a dejar en la caja de Seguridad que tiene contratada en dicha sucursal un sobre conteniendo papeles en blanco, que había preparado con anterioridad, cerrándola y marchándose.
LLAMÓ PARA DECIR QUE LE HABÍAN 'SECUESTRADO'
Además, aprovechando la ausencia de su compañero de oficina, Pedro A.O.P., cogió la bolsa que contenía todos los artículos que adquirió y mencionados anteriormente, y se los llevo al baño de la planta, esperando en el mismo hasta la llegada de Pedro, momento en el que le efectuó una llamada telefónica para decirle que le habían 'secuestrado' y que pasaría un hombre con la llave de la caja de seguridad del banco para que bajara a coger todo lo que hubiese y se lo entregase.
Desde el mismo baño se disfrazó, poniéndose el pantalón, camisa, peluca, guantes y careta que había adquirido, dirigiéndose a la oficina donde se encontraba Pedro A.O.P., quien tras llamar al timbre le entregó la llave de la caja, al mismo tiempo que le dijo “baje”.
Cuando Pedro A.O.P. llegó al banco para sacar el sobre de la caja, una empleada lo vio muy nervioso y decidió llamar a la Policía.
SE VUELVE A CAMBIAR DE ROPA AL OÍR LAS SIRENAS
Por su parte, E.N.E., mientras esperaba en la oficina, escuchó unas sirenas, por lo que se cambió nuevamente en el baño, y cuando oyó llegar a la oficina a Pedro A., esperó unos minutos y entró en la misma, manifestándole que los secuestradores le habían enviado a él, debido a que tardaba mucho.
En ese instante, cogió el sobre que su compañero había sacado de la caja de seguridad y salió de la oficina, encontrándose al salir a la calle con los Policías, que le requirieron su identificación y le intervinieron el sobre --con los papeles en blanco que había colocado él mismo con anterioridad simulando billetes--.
Asimismo, en los baños de la oficina de E.N.E.R. se localizó un bolso de color azul, conteniendo un par de zapatillas, un pantalón vaquero de color azul claro, una camisa de color azul, una camiseta blanca, una careta con pelo, bigote y barba de color blanco, una barba con bigote de color pelirrojo, una peluca de color castaño, un revolver simulado de color negro con cachas marrón, simulando un calibre 38 corto, unas gafas de sol, un reloj de color verde, un par de guantes de tela de color blanco, un bote de gel fijador, cinco bolsas vacías de plásticos.
La Policía Judicial --que se hizo cargo de las actuaciones, en las que colaboraron funcionarios de Seguridad Ciudadana y de Policía Judicial de Distrito Sur-- se entrevistó en un despacho del interior del banco BBVA, con E.N.E., quien tras dar una versión poco sólida de los hechos ocurridos, confesó que todo había sido un montaje para simular el robo de 130.000 euros que tenía que justificar ante su padre, administrador de la empresa en la que trabaja.
Finalmente, el detenido ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Las Palmas de Gran Canaria.