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Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

LA GENERACION DEL VIDEO CLUB PRESENTA: CANNON FILMS -EL LIBRO (VOLUMEN 1)

3 de diciembre de 2014 20:14 h

Por el contrario, es el momento de hablar de los integrantes de tercer grupo antes enumerado, la llamada “Generación del videoclub”, algunos de los cuales son los responsables de la redacción de los artículos que forman el libro Cannon Films: La generación del videoclub, volumen 1, obra publicada por AppleHead Team y Nafra Colección.

El libro es, por encima de todo, un homenaje a la labor desarrollada por Menahem Golan y Yoram Globus, responsable de la productora Cannon Films durante los años ochenta y, a su vez, una sentida reivindicación de lo que significa el concepto de ir al cine a disfrutar, sin necesidad de amargarse por el diseño de producción, la retórica estilística del plano-secuencia al atardecer, o como diría el gran Manquiña, “por el conceto en sí mismo”.

Esto no quiere decir que el libro no dedique sus cien primeras páginas a realizar un análisis en profundidad de lo que fue la historia de la productora, desde que dos primos israelitas se hicieran cargo del sello cinematográfico, hasta que éste desapareció del panorama cinematográfico mundial. Sin embargo, el mayor logro del libro son los cuarenta artículos dedicados a buena parte de las producciones más conocidas, artículos teñidos de cierta nostalgia, pero no por ello menos válidos.

Debo admitir, sin ningún tipo de pudor, que leer muchos de estos artículos ha sido como viajar en el tiempo y, además, muchos de ellos han logrado que disfrutara como cuando iba a ver estas películas al cine. Y es que lejos de caer en los tópicos que dicen que la Cannon solo supo hacer películas de acción, de corte conservador –por no decir una palabra más fea-, ninjas saltarines, héroes musculosos y terror de serie B, quienes escriben el libro demuestran que hay mucho más, y que, incluso, con los años que han pasado, muchas de aquellas producciones merecen la pena ser revisadas.

A título personal quiero destacar una cosa que me ha sorprendido mucho, y gratamente. De entre todos los buenos autores que han trabajado en este primer volumen, Serena Iniesta Toledano merece una especial mención por dos razones: una, porque no es habitual el que una fémina hable de películas tan dispares como lo son Invasión USA, El Tren del Infierno, Nana, La Matanza de Tejas II, Aladino, versión Bud Spencer o Los Masters del Universo. Y dos, porque al leer sus reseñas, lo primero que se te pasa por la cabeza es tratar de conseguir esas películas y verlas, dado el entusiasmo y la pasión con la que las describe.

Dos apuntes más. Si me aceptan la recomendación y se compran el libro, por favor no dejen de leer la reseña acerca de las películas América 3000 y Contacto Sangriento. Con reseñas así, les aseguro que la gente iría mucho más al cine.

Para más información, dado que este primer volumen tan solo se puede conseguir vía Internet, por favor consulten la página www.nafracoleccion.com

Imagen de portada cortesía de Nacho Cerdá y Phenomena Experience. Diseño de Miki Edge

© Nacho Cerdá y Phenomena Experience, 2014

© Miki Edge, 2014

© Nafra Colección, 2014

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Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

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